viernes, enero 20, 2017

Penélope en vela

El día termina y todo descansa, pero Penélope viaja desde Eccles Street hasta asomarse al África, entre adoradores de uniforme y sotanas que huelen a incienso. Refulgen en su memoria con dorados destellos las delicias de esta tarde, que espera repetir en breve con el fauno de admirables atributos y espantosos modales. ¡Qué animal!

Ulises, inofensivo mamoncillo, besa por donde ella pisa e incluso por algún otro sitio, y reposa ahora a su lado tras un humillante desahogo. Lamenta que Telémaco no haya aceptado su invitación, frustrando así sus inconfesables planes de un “menage a trois”, que podría, quizás, haber desbancado a cierto personajillo. ¡Qué lástima!


Telémaco también desvela a Penélope. Él, cual justo Paris, podría valorarla en lo que vale y no estos dos brutos con los que ha de lidiar. Sí, piensa, sí, habrá que ponerse a ello, sí.

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sábado, noviembre 26, 2016

EL PADRE ASTETE EN DUBLÍN


¿Qué comprobó Bloom al llegar a su domicilio? La dificultad de ingresar en el mismo de madrugada careciendo de la herramienta o el instrumento idóneo para permitir el franqueo de la puerta cerrada.

¿Cómo solventó la aludida dificultad? Recurriendo a acrobacias y volatines para los que demostró una habilidad, si bien desconocida, no sorprendente dada su ascendencia húngara.

¿Hubo reconocimiento por parte de Dedalus de la amable hospitalidad de Bloom? Si lo hubo no lo puso de manifiesto por ninguno de los medios convencionales en estos casos: por expresiones orales agradecidas, por aproximaciones físicas efusivas, por derramamiento de llanto emocionado.

¿Cuál fue entonces su reacción?  La de un genuino marmolillo, ofendiendo a su anfitrión y protector con cánticos populares antisemitas.

¿Acusó Bloom la inmerecida afrenta? En absoluto, pues tras unos instantes, tan lógicos como fugaces, de desconcierto, ofreció a su huésped alojamiento para pernoctar.

¿Fue aceptada la oferta? Fue rechazada, pero, esta vez sí, con manifestaciones de amistosa gratitud.

¿Quedaron, pues, ambas partes en buenos términos? Sin duda, como es forzoso deducir de la micción conjunta que tuvo lugar en la calle acto seguido en silenciosa y evocadora contemplación de la luz del dormitorio de la Sra. Bloom.

¿Cuál es, en consecuencia, la conclusión final que debe extraerse de todo ello? Solo Dios lo sabe, porque esta historia no es más que un maldito embrollo.

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domingo, abril 24, 2016

EL CORNUDO, EL CURITA Y LA MADAME


Nuestros amigos se van de putas sin querer y con ello comienza el gran carrusel infernal. Los guardias echan mano a Bloom y el infeliz habría terminado colgado con la lengua fuera de no ser por un difunto. Así que para compensarle el mal trago le hacen alcalde de Dublín, le rinden pleitesía durante un rato y es tanta su emoción que da a luz a nueve hermosos chiquillos.

Las putas y el curita filosofan sobre el fin del mundo en tanto que el abuelo judío se las da de pícaro. El curita progresa en el escalafón pero la madame pone a todos en su sitio. Vaya fiera. Fregona de día y puta de noche, Bloom es sometido y humillado para terminar de mamporrero del bribón de Destellos. ¡Qué afrenta!

Todos bailan al son que toca la madame, hasta la difunta madre del curita, pero ha llegado el turno de su eminencia: no se tiene de pie, causa destrozos, alborota y se enreda con los guardias, que le detienen y terminan sacudiéndole. Y podría haberle ido peor si Bloom no hubiera dado la cara por él; el judío no reniega de un amigo y mucho menos de un hijo, aunque sea adoptado.


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miércoles, marzo 30, 2016

LA MADRE QUE LOS PARIÓ

Tres días lleva de parto la buena mujer mientras los matasanos en ciernes y el bardo empinan el codo y arman jarana. Por allí se deja caer nuestro caballero que, animoso como siempre, se une a la fiesta de buen grado.

En brillante charla debaten sobre el mandato bíblico de “creced y multiplicaos”, aunque lo único que aumenta son los dolores de la parturienta. Los padres de la lengua aportan cada uno su granito de arena, pero la madre se resiste a soltar lo que lleva dentro.

Sufre el bardo al verse tratado de cura vergonzante y oír cómo se pone en duda su talento. Sus penas son tantas que intenta matarlas bebiendo, pero ni así se mueren. Piadoso, Bloom lo toma bajo su protección.

Cuando por fin se anuncia el feliz desenlace ya nadie recuerda por qué está allí. ¡Horror! Se han acabado las existencias. Todos a la taberna.


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jueves, marzo 03, 2016

A LA SOMBRA DE LAS MUCHACHAS EN FLOR


Descansa melancólico nuestro buen amigo después del mal trago del pésame en la casa de Paddy Dignam. No somos nadie. Y el día, que ha sido de no te menees. La vista de la bahía al atardecer le reconforta; belleza, paz, música religiosa y recuerdos de tiempos pasados.

Parece como si el tiempo se hubiese detenido y de hecho siguen siendo las cuatro y media, la hora fatal. ¿Fatalidad o magnetismo? Qué más da. Ya pasó y el tiempo vuelve a su curso. Tic, tac. Tic, tac.

¡Vaya con la niña cursi! La chiquilla le ha vuelto loco y es que todas las mujeres son iguales. Desde bien pequeñas lo único que buscan es eso. No importa que esta sea coja. Por lo demás es de primera. En cambio, las otras, tan solo mala intención y ganas de fastidiar. Bien sabía ella lo que se hacía con tanto mirar y tantos fuegos artificiales. A ver qué hace ahora nuestro pobre caballero extranjero con la pólvora derramada.


En fin, hay que irse recogiendo. Perfumes abandonados, misteriosos mensajes en la arena. El cuco da las nueve.

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lunes, enero 18, 2016

PERO, POR OTRA PARTE, ¿QUIÉN NECESITA DOS OJOS?

Merodea el prudente caballero, nuestro enlutado paladín, alrededor de la cueva del monstruo, que, apostado en el más intrincado rincón de la caverna, otorga cartas de naturaleza de patriota. Por allí desfila todo Dublín, dispuesto a rendir tributo a su Señoría.

El hijo de Dan, el traidor, ha consumado su fechoría, no sin la necesaria ayuda, mientras el prudente Leo, empeñado en sus obras de misericordia y comprometido en su particular Liga contra el Alcohol, de todo opina, a todos pretende hacer razonar. Mas sus “Lo que yo quiero decir….” y “Pero, por otra parte….” son vanos; el monstruo brama y brama sobre la Vieja Guardia y los muchachos del 67. Nada es bastante para la Causa, en tanto no afecte a la bolsa. Eso de tener un solo ojo no es tan mala cosa.


Los verdugos ofrecen sus servicios, los fantasmas pasean por las calles y el prudente caballero termina por perder la parsimonia que le ha encumbrado. Ahí es Troya. El mundo se le viene encima por extranjero, por masón, por judío, por tibio, por metomentodo, por abstemio, por cornudo, pero, sobre todo y ante todo, por roñoso.

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domingo, enero 10, 2016

LA NIEVE DEL ALMIRANTE (Álvaro Mutis) 2ª parte

Como ha señalado Sanz Villanueva, con Maqroll se nos ofrece la ensoñación fabulística de un mundo inexistente. El Gaviero se refugia en un pasado de esplendor imaginado por desdén a un presente prosaico y decepcionante. Como quien desde la verga de la gavia pretende penetrar en lo desconocido, oteando más allá del horizonte, Mutis/Maqroll intenta calar lo más hondo posible en la realidad, es decir, conocer la condición humana, sus determinantes psicológicos, sus ambiciones y esperanzas; en suma, sus fantasías y quimeras.

Todos estos componentes son ya perfectamente reconocibles en su primera novela, La Nieve del Almirante, en la que el Gaviero acomete el ascenso, a través de la selva, del Xurandó, empresa de motivaciones tan inciertas como probable fracaso. En el discurrir del lento viaje, la selva, en un proceso pausado pero firme, irá devorando a los pasajeros, con las exclusivas excepciones del mecánico, indio oriundo de esas selvas, y del enigmático mayor, único extraño al medio, al que solo la disciplina militar y la violencia extrema permitirán subsistir sin quebranto apreciable en el ámbito hostil de la jungla.

El final de la aventura nos devolverá a un Maqroll físicamente mermado y moralmente maltrecho, una vez más enfrentado al fracaso y la decepción, que en este caso particular asumirá diversas variantes: desde la confirmación del absurdo de su empresa comercial hasta la pérdida del capitán, con el que parecía unirle la compartida inquina del destino, para culminar con la ruina de la Nieve del Almirante y la desaparición de Flor Estévez, único fondeadero seguro en su periplo.

Nada de ello arredrará al Gaviero. Como revelarán obras posteriores, más bien lo reafirmará en su desigual combate, que lo llevará a enfrentar una tras otra aventuras tan difíciles de justificar como de llevar a buen puerto. Pero de eso se trata: de mantener el pulso hasta el final. Así nos lo hace saber Mutis en uno de sus más conocidos poemas:

AMÉN

Que te acoja la muerte
con todos tus sueños intactos.
Al retorno de una furiosa adolescencia,
al comienzo de las vacaciones que nunca te dieron,
te distinguirá la muerte con su primer aviso.
Te abrirá los ojos a sus grandes aguas,
te iniciará en su constante brisa de otro mundo.
La muerte se confundirá con tus sueños
y en ellos reconocerá los signos
que antaño fuera dejando,
como un cazador que a su regreso
reconoce sus marcas en la brecha.






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martes, enero 05, 2016

LA NIEVE DEL ALMIRANTE (Álvaro Mutis) 1ª parte

Toda la obra, tanto poética como narrativa, del colombiano Álvaro Mutis podría resumirse en un único personaje, Maqroll el Gaviero. El Gaviero, en su deambular por el mundo del trópico, siempre perseguido por la remembranza de antiguas singladuras, por principio más venturosas que las actuales, condensa todo el mundo de Mutis, desde su primera aparición, en los poemas de “Los elementos del desastre” –toda una declaración de principios, el título- hasta la última de las siete novelas que integran la suma de Maqroll el Gaviero.

Como marinero que se ocupa de la vela más alta del palo mayor de una nave, el gaviero es quien está allá arriba, en lo más alto, frente al cielo y el mar inmensos, en completa soledad. Según propia confesión del autor, el Gaviero bebe de sus lecturas de Conrad, de Melville, sobre todo de Moby Dick, pero al contrario de lo que pudiera pensarse, Maqroll no va en busca de aventuras, sino que son las cosas las que le ocurren a él, son los conflictos y los desastres los que lo encuentran. Hay en ello una suerte de predestinación, un hado fatal, que no por asumido resulta menos inexorable.

En el fondo, como se ha dicho, Maqroll es un aventurero del espíritu. El Gaviero, alter ego de Mutis, es un solitario viajero errante, que entre puertos y hoteles de mala muerte, sobrevive como puede, a merced del tiempo, que todo lo muda a peor, y del lento poder destructor de la naturaleza del trópico, en particular, y de la vida, en general. A semejanza del barco maltratado por las olas, así se debate Maqroll entre la plenitud pasada y la decadencia actual.


Como Conrad en “El corazón de las tinieblas”, Mutis es consciente de que la selva es algo más que exuberancia y colorido; también es sutil descomposición, lenta podredumbre, a la que el hombre extraño al medio sucumbirá. Así se aprecia en Maqroll, en el que en ocasiones advertimos un tono de delirio ausente de toda grandilocuencia, que revela la debilidad mórbida y febril que surge de la selva. Selva disfrazada de una vitalidad que disimula la decadencia y el horror que se imponen como ley no explícita.

(Cont.)

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sábado, diciembre 26, 2015

CON LA MÚSICA A OTRA PARTE

   Las sirenas despliegan sus tesoros, oro y bronce, en el bar del hotel Ormond. Abominan del viejo de ojos grasientos y reservan sus cantos-encantos para los habituales. Y entre todos ellos, en especial, para ese espejo de burladores, su consentido, al que la broncínea sirena dedica su número fuerte. Sonnez la cloche, sonnez la cloche y la audiencia se estremece con la fantasía sonora.

   Pero el reloj avanza implacable, tic, tac, tic, tac, y el calesín, tin, tin, prosigue su camino. Todo está perdido para grasientobloom, atado al mástil de su pasividad, mientras trata de distraer su angustia con los alardes canoros de la concurrencia. Tac, tac. Tac, tac. El afinador y su bastón.

   La verde Erín se esmera en honrar a Orfeo, en tanto la  ibérica ninfa espera impaciente el tac, tac de su admirador. Crujientes zapatos. Calesín, tin, tin.


   Nuestro héroe abandona a las sirenas y sus cantos melodiosos. Se afana por las calles. Encuentros embarazosos. Se alivia con discreción las molestias del borgoña. Todo es música.

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viernes, noviembre 20, 2015

El gran puzzle

   Dublín, laberíntico puzzle de vidas entrecruzadas, de destinos sincronizados. El tuerto diabólico juega el gran juego moviendo sobre el tablero en caótico concierto las indefensas figuritas, ignorantes las unas de los movimientos de las otras.

   Sobre el telón de fondo del cortejo del virrey desfilan, absurdamente afanosos, los personajes de la representación. Ahí van los omnipresentes ensotanados, esta vez casi inofensivos, el mendigo que dejó su patriótica pierna en el H.M.S. de rimbombante nombre, las hambrientas hermanas del bardo, a quien este (¡oh, esclavitud del arte!) y el borrachín de su padre (¡oh, esclavitud del whisky) tienen abandonadas, el castigador, haciendo gala de sus depuradas habilidades, la honra y prez de la política local, sumida en hondas cavilaciones, el apenado y piadoso huérfano.


   Sin olvidarnos por supuesto de nuestros actores principales: la voluptuosa ninfa, en ilícita espera, el judío enmascarado, atormentado por Cronos, y el irresoluto bardo, siempre agobiado por sus demonios familiares. El cortejo avanza.

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lunes, noviembre 09, 2015

El bardo entre los doctores


    Nuestro bardo, animoso, desgrana sus teorías sobre el cisne de Stratford ante la corte de conspicuos doctores, que, con más de un punto de sorpresa por la osadía del aspirante, le escucha con prevención.

   Ya sin freno, no tiene empacho en romper una lanza en favor del estagirita, sin importarle el escándalo del sesudo auditorio, plagado de irreductibles platónicos.

   Se muestra implacable con la legítima del bardo, este sí, inmortal, y la acusa de adulterio múltiple con sus tres cuñados.

   Su suerte está echada. De nada le valdrá retractarse finalmente de sus heréticas opiniones y frivolizar cínicamente sobre el partido que pueda sacar de ellas. Ello no le librará de ser desairado por los ofendidos doctores, que, en justo castigo por su atrevimiento, le excluirán de su particular Parnaso.




                                                                                              

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lunes, junio 01, 2015

Entre tragaldabas y castigadores


 Prosigue nuestro amigo Bloom su periplo y a la hora de la pitanza aterriza en la taberna de Vulcano, antesala alimenticia del infierno, donde todo es mascar, tragar, deglutir. Aquello es una inmensa rebatiña de caníbales entre escupitajos y salpicaduras, con fragor de dientes, cartílagos y huesos. Asco y repulsión ante esas bocas gorgoteantes y esas panzas insaciables. Aire freco, aire fresco, por favor.

   Los recuerdos de su Molly y de los buenos tiempos, cuando ella no le rechazaba, le vivifican. Ah, cualquier tiempo pasado fue mejor. Howth, Lion, Drumleck, Sutton le hacen elevarse hasta el Parnaso y el deseo amoroso.

   Cualquier cosa es preferible a recordarlo a él, al que está en todas partes,

presente en cada hora, en cada minuto, encantador, castigador, atormentador. Sombrero de paja al sol, pantalones con vuelta. ¿Cuánto falta, cuánto falta? Mejor no pensar, no sentir, no ver. Él. Él.

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lunes, mayo 04, 2015

Mi Ántonia (Willa Cather-1918)

PERSONAJES.- Mi Ántonia no es, pese a que el título parezca sugerir lo contrario, una novela de personajes. Es, ante todo, una novela coral, en la que el conjunto prima sobre los elementos, el medio sobre el individuo. El conjunto es el de los pioneros americanos y más concretamente el de las mujeres pioneras,  lo que revela uno de los rasgos más singulares de la obra: es una novela de mujeres narrada desde el punto de vista de un hombre.
El medio oeste americano de finales del XIX es el ambiente en el que se desarrolla la novela. Un medio rural duro, hostil, al tiempo que de una gran belleza, marcará la vida de los pioneros y de sus mujeres.

Ántonia  Shimerda.- La novela nos presenta a Ántonia a lo largo de más de veinte años, desde su llegada a Nebraska, procedente de Bohemia,  con catorce años, hasta su vida de madurez, rodeada de hijos, que se nos narra en la última parte de la novela, de una enorme ternura y belleza.
Ántonia es una mujer inteligente, fuerte, resuelta, ingenua, que se hace querer por todos. Privada muy pronto del apoyo de su padre, al que adora y que se suicida incapaz de soportar las penalidades de su nueva vida y la pérdida de su mundo anterior, se verá obligada a tomar las riendas de su vida muy joven. Contra la costumbre, trabajará en el campo como un hombre y se abrirá paso frente a todas las dificultades, enfrentándose incluso a las convenciones sociales cuando se traslade a la ciudad y deba, más tarde, hacer frente a la maternidad sin estar casada. Volverá al campo con su familia, para más adelante casarse con un campesino y fundar la suya propia. Llevará una vida difícil pero feliz, identificada con la tierra y la naturaleza, y conservará para siempre en su corazón el recuerdo de su padre y la amistad de Jim Burden.

Lena Lingard.- Emigrante como Ántonia, pero de ascendencia sueca, orientará su vida hacia el medio urbano. Mujer resuelta y decidida,  mantiene una relación sentimental con Jim Burden, que no cuajará. Divertida, despreocupada y muy independiente, saldrá adelante dedicándose al mundo de la moda.

Tiny Soderball.- De la misma procedencia de Lena Lingard, decidida y ambiciosa, triunfará aprovechando sagazmente cuantas oportunidades le brinda el Nuevo Mundo hasta enriquecerse.

Jim Burden .- Es el narrador de la acción. Con una vida más fácil que las pioneras que protagonizan la novela, protegido por sus abuelos, se convertirá en abogado de éxito. Pese a ello, siempre conservará la memoria de su vida en Nebraska y de su relación con Ántonia, a la que será de gran ayuda en sus comienzos en Estados Unidos. Enamorado de la naturalidad, la vitalidad y el entusiasmo de Ántonia, se casará en cambio con una mujer a la que se nos describe como sofisticada y fría.
A su narración debemos las magistrales descripciones del medio natural en el que se desenvuelve la acción y de la comunión que puede darse entre los seres humanos y la naturaleza:
-“No ocurrió nada. No esperaba que ocurriera nada. Yo era algo que yacía bajo el sol y lo sentía, igual que las calabazas, y no quería ser nada más. Era totalmente feliz. Tal vez nos sentimos así cuando morimos y nos convertimos en parte de un todo, sea el sol o el aire, la bondad o la sabiduría. En cualquier caso, eso es la felicidad: diluirse dentro de algo completo y grandioso. Cuando le sucede a uno, es un proceso tan natural como el sueño” (pág.34).
-“Mientras caminábamos hacia la casa atravesando los campos, descendió el sol en el Oeste y se posó como un enorme globo dorado sobre el horizonte. Estando allí, salió la luna por el Este, grande como una rueda de carro, con su pálido fulgor argentino, veteado de rosa, sutil como una burbuja o una luna espectral. Durante cinco o tal vez diez minutos, laS dos lumbreras estuvieron frente a frente con la llanura de por medio, suspendida sobre extremos opuestos del mundo” (pág.339).

Conclusión.- Sin perjuicio de este somero esbozo de los personajes, como ya he señalado, es el todo lo que la autora sitúa en el centro del escenario de esta obra: la penosa vida de los pioneros, de los ya establecidos y, sobre todo, de los emigrantes europeos recién llegados; el frío, el hambre, la soledad, la indefensión ante los elementos sin más posible ayuda que la solidaridad de algún vecino, frente a la indiferencia o la prevención de los demás. Todo ello muy alejado del aura romántica que la cinematografía nos ha brindado, y muy revelador de algunas de las claves de la particular idiosincrasia estadounidense, que poco o nada espera de las autoridades y todo lo fía al esfuerzo y la ambición personal.
La narración está claramente escorada hacia el lado femenino, hacia su aportación a la conquista del país y  la búsqueda de su propia vida e independencia.
La grandiosidad del medio natural es el marco perfecto para la acción de la novela. Un paisaje y  un clima inclementes, de una dureza extrema, pero que al tiempo conquista el corazón de hombres y mujeres hasta conducir a muchos de ellos a una perfecta identificación con la tierra y el medio que les rodea, como ocurrirá con Ántonia.  
                                                                                              

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miércoles, abril 29, 2015

A merced de Eolo

Dura lucha por la vida la del agente de publicidad. Como un jabato pelea por hacerse con su anuncio, heraldo del progreso. Se bate el cobre con toda estirpe de reptiles, pero las llaves del reino se le resisten.

   Nada importa si tiene que subir o bajar, ir o venir, reír o llorar. Eolo, padre caprichoso, le trae y le lleva, le arrastra de un lado a otro y con etérea dureza le vapulea con saña.


   Tirios y troyanos reclaman para sí el derecho a ignorarle, a desairarle, a humillarle, a ofenderle. Él todo lo soporta, todo lo acepta, todo lo sobrelleva, pues solo Eolo no quiebra a quienes se inclinan ante su empuje y doblan la cerviz ante él.

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jueves, abril 23, 2015

DÍA DEL LIBRO


Cuando se despertó, el dragón aún seguía allí, boquiabierto, mientras San Jorge le leía en francés El Principito.

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miércoles, marzo 25, 2015

BLOOM DESCIENDE A LOS INFIERNOS

   Mísero cortejo fúnebre el del pobre Dignam, al que la afición a empinar el codo se ha llevado al otro mundo. Como parte de él, Bloom recorre muy digno medio Dublín hasta el cementerio, tratando de no desentonar de sus compañeros de duelo.

   Dedalus, con el que se cruzan, da pie a las invectivas paternas contra el gordo Mulligan y su a todas luces nefasta influencia, y motiva que Bloom recuerde a su malogrado hijito Rudy y las conyugales efusiones que lo trajeron al mundo.

   Pasa Boylan y se intranquiliza, ven a un judío tacaño - vaya novedad - y se arma un lío, sus colegas de cortejo vituperan a los suicidas y se abruma por su padre; pero nada de ello le impide conservar el humor, imaginar absurdos inventos y encontrarse hecho un pimpollo.

  Al llegar al cementerio se pone truculento y todo son huesos, vísceras, podredumbre, ratas, gusanos y “sic transit gloria mundi”. Sin embargo, el malentendido con el hombre del macintosh y su siempre presente deseo de agradar le traen de regreso al mundo de los vivos.

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miércoles, febrero 25, 2015

Callejeando

Bloom camina por las calles, sin apuro, a cumplir con el pobre Dignam. El Oriente le detiene con sus encantos, letargia, flores de loto, mas no le impide llegar a la estafeta de correos y representar su pequeña travesura como Mr. Flower.

El pelma de M’Coy intenta sorprenderle, pero tan sólo consigue retrasar la lectura de la carta de su admiradora secreta: muy lanzada, ojo, Bloom no quiere líos y menos con Molly.

Aprovecha un ratito de descanso al fresco en la iglesia para entregarse a sus jugosas y blasfemas ensoñaciones y poner a caldo a los curas. Aunque, eso sí, hay que ver cómo se lo montan: saben lo que quieren y cómo venderlo. Y tienen una bonita música.

De la iglesia a la farmacia por el encargo de Molly y una pastilla de jabón para un baño voluptuoso. Entre tanto ese lío del caballo promete.

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viernes, febrero 13, 2015

Haiku de invierno

Sombras y viento,

la lluvia contra el cristal,

tarde de invierno.

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jueves, enero 22, 2015

BLOOM A ESCENA

                                                     

Tras Dedalus aparece Bloom, amante de las vísceras y de su mujer, ninfa consentida y mimada por nuestro amigo.

Se pasea sin agobios por el barrio en busca de un sabroso riñón para el desayuno, mientras fantasea con países exóticos, granjas en Palestina y las caderas de la criada de al lado.

La carta de su hija le alegra la mañana, pero la que recibe Molly se la amarga por más que disimule. Ah, la sangre española…

La satisfacción de sus necesidades fisiológicas le inspira, como a tantos, y acaricia los laureles, y las libras, del éxito literario, pero las campanas le recuerdan su fúnebre compromiso.

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martes, diciembre 23, 2014

Haiku nocturno

Crujen los muebles,

el reloj da las cuatro.

La noche pasa.

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