LA MADRE QUE LOS PARIÓ
Tres
días lleva de parto la buena mujer mientras los matasanos en ciernes y el bardo
empinan el codo y arman jarana. Por allí se deja caer nuestro caballero que,
animoso como siempre, se une a la fiesta de buen grado.
En
brillante charla debaten sobre el mandato bíblico de “creced y multiplicaos”,
aunque lo único que aumenta son los dolores de la parturienta. Los padres de la
lengua aportan cada uno su granito de arena, pero la madre se resiste a soltar
lo que lleva dentro.
Sufre
el bardo al verse tratado de cura vergonzante y oír cómo se pone en duda su
talento. Sus penas son tantas que intenta matarlas bebiendo, pero ni así se
mueren. Piadoso, Bloom lo toma bajo su protección.
Cuando
por fin se anuncia el feliz desenlace ya nadie recuerda por qué está allí.
¡Horror! Se han acabado las existencias. Todos a la taberna.
Etiquetas: Salir por peteneras
1 Comments:
Hispaniola,querida, brillante como siempre.
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