martes, junio 25, 2013

Espías


Las nubes acarician las copas de los árboles dublineses y el jardín es sosiego. Aburrida me pregunto qué dice la Real Academia de la Lengua.  Espía, del gótico espaíaha, persona que con disimulo observa o escucha lo que pasa, para comunicarlo a quien tiene interés en saberlo. Persona al servicio de una potencia extranjera para averiguar informaciones secretas, generalmente de carácter militar. Celeste se abre paso entre blancas y grises.

Hace semanas nos cotaron que los servicios secretos espiaban nuestros correos electrónicos, mensajes y blogs. La noticia, lejos de sorprenderme confirmó mis sospechas, porque llevaba  tiempo preguntándome cómo era posible que tanta gente leyera elmonorojo. Clarito como el agua: la mayoría de los lectores son espías. Excepto Hispaniola y los alumnos. En fin, unas líneas son debidas a aquellos que por motivos profesionales son obligados a seguirnos.

Queridos espías, o mejor, queridos amigos: si tenéis una copia de The Nick Adams Stories, por favor, enviádmela a la librería El Tranvía, de Madrid. Hispaniola pasará a recogerla. Jaime es el contacto. Corto y cambio.

Y gracias.


Va a llover

lunes, junio 17, 2013

Bloomsday 2013. La leche de Sandycove


Bloomsday 2013. Música

En el Ulises encontramos 700 referencias musicales, 347 canciones son mencionadas.

Aunque sea una chica de taller
y no tenga vestidos elegantes.
Porrompón
Siento un gran querer
como se quiere en Yorkshire
por mi rosa de Yorkshire.
Porrompón

Bloomsday 2013. Copas en el 64


Bloomsday celebrations 2013


-You, Cochrane, what city sent for him?
- Tarentum, sir
- Very good. Well?
- There was a battle, sir
- Very good. Where?

Bloomsday 2013. Las Molly de Sandycove

Querida Hispaniola:

Soles, canciones, copas de champán, risas, canapés de gorgonzola. A Joyce le encantaban los aniversarios. Vasos de leche, fresas con nata. A Joyce le hubiera encantado estar aquí con su guitarra.

De aquellos meses de soledades y Ulises o Ulysses nacieron estas lealtades. Qué consoladoras tus líneas ahora que me distraigo por las calles de Sandycove and Glassthule fotografiando a las Mollys y los Boylan. Dentro de siete años el Bloomsday volverá a ser domingo, dentro de siete años volveremos a leer:

Stately, plump Buck Mulligan  came from the stairhead bearing a bowl of lather on which a mirror and a razor lay crossed. A yellow dressinggown,ungirdled, was sustained gently behind him on the mild morning air. He held the bowl aloft an intoned:
-Introibo ad altare Dei...

Solemne, el rollizo Buck Mulligan avanzó desde la salida de la escalera, llevando un cuenco de espuma de jabón, y encima, cruzados un espejo y una navaja. La suave brisa de la mañana le sostenía levemente en alto, detrás de él, la bata amarilla, desceñida. Elevó en el aire el cuenco y entonó:
-Introibo ad altare Dei(...).






domingo, junio 16, 2013

BLOOMSDAY

Pero ¿qué pasa aquí? ¿Es que ya no se respeta nada? ¿Dónde están los oficiantes del día de los días? O tempora, o mores! Nunca creí vivir lo suficiente para sufrir este oprobio y esta aflicción. En fin, seamos pacientes; aún resta día para que se remedie esta afrenta y el pobre Leopoldo no tenga motivo para removerse en su tumba. Aunque en realidad la que es de removerse mucho es Molly. Bueno, como sea, aquí va mi, por ahora solitario, brindis en este día que tan buenos recuerdos me trae. 


                                 MALAQUÍAS EN SU PÚLPITO


Buck Mulligan, orondo y ruidoso, recorre Dublín mientras agobia a todos con sus peroratas, les incordia con sus chanzas y les abruma con sus parodias obscenas y blasfemas. El gran histrión avanza por las calles en busca de público al que divertir, al que escandalizar, al que ensordecer.

Pero por ahora es el infeliz Dédalus el blanco preferido de sus certeros dardos, el que con inagotable paciencia debe soportar sus abusos y tropelías, mantener sus vicios y aplaudir sus actuaciones. Para él oficia a diario su función sobre la torre Martello, a modo de enorme y vetusto púlpito (escenario), frente a la bahía de Dublín.

Y así hoy, haciendo honor a su bíblico nombre, con aire solemne, gesto ampuloso y voz potente, increpa a Dédalus:

“Oh, jesuita irredento, aquí, ante el vinoso ponto confiesa tu nefando pecado, esa sospecha que consume tus noches de que el Padre y el Hijo (y quizás también un primo carnal por parte de Madre) son la misma persona. Mas no te culpes en demasía, hijo mío; puede que simplemente se parezcan un poco, o incluso que no se trate más que de un cierto aire de familia (¿tal vez esa nariz?). Arrodíllate conmigo, sé humilde, no acapares todo el remordimiento de este país y deja que la Aurora, de rosáceos dedos, nos cubra, piadosa, con su azafranado velo. Más tarde buscaremos la forma de ahogar tus penas, y las mías, en unas buenas pintas de cerveza; supongo que te quedarán unos peniques de ese miserable sueldo tuyo.”

martes, junio 11, 2013

La ciudad y los perros



Dejándolos en libertad y manteniéndose también independiente frente a ellos, Vargas Llosa somete a sus personajes a la turbadora presión de un hecho definitivo para observar su comportamiento; los coloca en la inminencia de lo que Sartre llamó "situación". Para el filósofo, toda libertad es siempre una libertad situada. Eso quiere decir que nuestra libertad refleja la contingencia del ser, pues éste opera proyectándose en un mundo que él no ha creado, que no ha elegido (un lugar, una suma de circunstancias, la presencia del pasado o de la muerte). La situación es un concepto dinámico que expresa la tensión entre lo dado y el proyecto humano, y que revela el carácter finito de la libertad: existe en el acto, no como absoluto. Y el acto no sólo da sentido a los móviles, sino que también crea sus propios fines: "La libertad se hace acto y la alcanzamos ordinariamente a través  del acto que ella organiza con los motivos y los fines que el acto implica", leemos en El ser y la nada. Como se ve, esta teoría de la libertad en situación niega, precisamente, el determinismo y el fatalismo; afirma por el contrario, la idea del hombe como un proyecto de ser que se inventa espontáneamente: el ser existe cuando ctúa y ejerce su libertad contra la dureza de las condiciones generales que la realidad le opone. Son esta clase de actos los que reclaman la atención del novelista: refejan de un modo dramático una pugna que lo fascina porque sus resultados son  oscuros e inciertos.