jueves, abril 26, 2012

Una ciudad, un libro

Sebastian Barry’s A Long Long Way. 


Lo que decíamos: 


Un largo camino,


de Sebastian Barry

Las mejores bitácoras literarias

Gracias a  las lluvias y vientos que han amargado la vida a los jardineros, he terminado mi presentación de Gender and  the Shadow Negotiation.
Mi otra vida.
Os libráis de la invitación.
Como esta bitácora es pura digresión pedagógica, sólo rendir homenaje a los mejores.
Todos señores, tíos, lads.
Alguno de ellos hizo comentarios paletos
( dicho de una persona o de una cosa: rústica y zafia. Dicho de una persona: Falta de trato social)
sobre las alumnas de El Mono Rojo.
Gobshite
Seguiré con el género y la negociación en la sombra. Parece que nos queda mucho camino.
En fin, todos vuestros:
http://www.elcultural.es/version_papel/LETRAS/29623/Las_mejores_bitacoras_literarias
Y enhorabuena chicos.

miércoles, abril 25, 2012

Noviembre del 2005, revisited

LEAR 
¡Soplad, vientos, y rajaos las mejillas! 
¡Rugid, bramad! ¡Romped, turbiones y diluvios, 
hasta anegar las torres y hundir las veletas! 
¡Fuegos sulfúreos, raudos como el pensamiento, 
heraldos del rayo que parte los robles, 
quemadme las canas! Y tú, trueno estremecedor, 
¡aplasta la espesa redondez de la tierra, 
rompe los moldes de la naturaleza y mata 
la semilla que produce al hombre ingrato! 
BUFÓN 
Ah, abuelo: más vale dar jabón en seco que renegar bajo esta lluvia. Entra, abuelo, y pídeles la 
bendición a tus hijas. La noche no perdona ni a bobo ni a listo. 
LEAR 
¡Retumbe tu vientre! ¡Escupe, fuego; revienta, nube! 
Ni lluvia, viento, trueno, ni rayo son mis hijas. 
De ingratitud no os acuso, elementos: 
yo nunca os di un reino, jamás os llamé hijos
No me debéis obediencia, así que arrojad 
vuestro horrendo placer. Aquí está vuestro esclavo, 
un pobre anciano, mísero, débil, despreciado. 
Y, sin embargo, os llamo aliados serviles 
que, unidos a mis dos hijas perversas, 
desde el cielo lanzáis vuestras legiones 
sobre cabeza tan blanca, tan vieja. ¡Ah, infamia! 
BUFÓN 
Quien tiene una casa donde meter la cabeza, tiene una buena sesera. 
Braguetero busca un hoyo 
y va con cabeza al aire, 
que se llenará de piojos 
cuando tenga que casarse. 
El que atiende al dedo gordo 
mucho más que al corazón 
por un callo andará loco 
y despierto del dolor. 
Pues no hay mujer guapa que no haga visajes delante del espejo. 

La vocación del prójimo nos ayuda a la nuestra


lunes, abril 23, 2012

A todas ustedes

El escritor Álvaro Quiñe con Manuel Vicent. En la librería El Tranvía, de Madrid. Era junio del 2009. A Kuntur no le enseñé casi nada, el tenía y tiene talento.

domingo, abril 22, 2012

Julio del 2006, revisited

(Cosa tan natural era para Ocnos trenzar sus juncos como para el asno comérselos. Podía dejar de trenzarlos, pero entonces ¿ a qué se dedicaría? Prefiere por eso trenzar los juncos, para ocuparse en algo; y por eso se come el asno los juncos trenzados, aunque si no lo estuviesen habría de coméroslos igualmente. Es posible que así sepan mejor, o sean más sustanciosos. Y pudiera decirse, hasta cierto punto, que de ese modo Ocnos halla en su asno una manera de pasatiempo).


Acaso ha llegado el momento de regresar al blog.  Brideshead Revisited, The Sacred & Profane Memories of Captain Charles Ryder 

La ciudad y los perros

Frente a esta novela, el lector se siente atraído por una fuerza centrípeta, irresistible, que lo absorbe, lo sumerge y casi lo tritura emotivamente entre sus páginas. La calidad mineral de sus descripciones, la dureza im- placable de sus acontecimientos, el sentido maquinal e inexorable que mueve todos sus complejos engranajes, contribuye a intensificar esa sensación: la novela es una agitada corriente que nos arrastra y nos arroja contra un lecho de piedras. La potencia seductora del relato deriva  de esa doble cualidad de la que habla  nuestro admirado José María Valverde; es decir, la fusión de una historia interesante por si misma de acuerdo con una escala de valores tradicionales ( es posible reconocer en ella las divisiones preceptivas de "presentación", "nudo" y "desenlace") y de una suma de recursos técnico-formales ( discontinuidad, heterogeneidad, irracionalidad, multiplicidad) que pertenecen inequívocamente al arte contemporáneo de la novela.   

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Milagro


milagro.
(De miraglo).
1. m. Hecho no explicable por las leyes naturales y que se atribuye a intervención sobrenatural de origen divino.
2. m. Suceso o cosa rara, extraordinaria y maravillosa.
3. m. exvoto (‖ ofrenda dedicada a Dios, a la Virgen o a los santos).
colgar a alguien el ~.
1. loc. verb. irón. Atribuirle o imputarle un hecho reprensible o vituperable.
de ~.
1. loc. adv. U. para expresar que algo ha ocurrido cuando parecía imposible que ocurriese, o que no ha ocurrido cuando todo hacía creer que iba a suceder.
hacer alguien ~s.
1. loc. verb. Hacer mucho más de lo que se puede hacer comúnmente con los medios disponibles.
milagro.
1. interj. Denota la extrañeza que causa algo.
vivir alguien de ~.
1. loc. verb. Mantenerse con mucha dificultad.
2. loc. verb. Haber escapado de un gran peligro.
 V.

LA VIDA INSTRUCCIONES DE USO (Georges Perec-1978)

 PERSONAJES.-La estructura y características de esta novela, si es que podemos darle ese nombre, impiden enfocar el análisis de los personajes desde un punto de vista convencional- nada es convencional en la obra de Perec. Los casi ciento ochenta intervinientes en las mil y una historias que componen el relato harían prácticamente inabordable la tarea. Los personajes se presentan y engarzan como las piezas de un gran puzzle, cuya abundancia y dificultad de ubicación incitan a abandonar antes de empezar.
 Una dificultad adicional se deriva de la escasez de información relevante que el autor suministra sobre los sentimientos y motivaciones de los personajes, lo que entraña una deliberada paradoja con la acumulación de datos que nos ofrecen esas fastidiosas e interminables descripciones de todo tipo de objetos de que está plagado el libro: los árboles no dejan ver el bosque.
 La excepción a esta regla es el personaje de Percival Bartlebooth, única figura de la que nos facilita Perec información suficientemente significativa como para conocer lo que impulsa su extravagante proceder. Por otro lado, Bartlebooth aparece como prototipo del resto de los personajes y de la obra en sí, y personifica lo que, parodiando a Sartre, podríamos definir como una “manía inútil” frente a la “pasión inútil” en que el filósofo francés condensaba la existencia humana.
 Multimillonario inglés obsesionado con encontrar algo con lo que entretener su aburrimiento, a los 25 años comienza Bartlebooth a tomar clases de acuarela, para tras 10 años de aprendizaje de la mano de Serge Valene, iniciar, con su criado Smautf, un periplo que le llevará durante los siguientes 20 años a recorrer el mundo entero con el fin de pintar a la acuarela 500 marinas que irá enviando a Gaspard Winckler, que con ellas habrá de fabricar 500 puzzles de 750 piezas cada uno. Finalmente, una vez de vuelta, el millonario comenzará a reconstruir durante otros 20 años los puzzles, que irán siendo enviados a los lugares que sirvieron de modelo para ser destruidos.
 Morirá antes de culminar su obra. Quedarán 62 puzzles sin reconstruir, y por tanto sin destruir, debido a sus problemas de visión y a las cada vez mayores dificultades que Winckler ha ido introduciendo en los puzzles. La muerte le sorprenderá a los 75 años en un vano intento de terminar el puzzle nº 439, sosteniendo en la mano una última pieza en forma de W que no encaja.
 De esta forma verá frustrado su excéntrico proyecto, que aspiraba a culminar con la desaparición de todo rastro de sí mismo; llegar a la nada partiendo de la nada, paradigma para Perec de los ridículos afanes del ser humano.

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domingo, abril 15, 2012

La Tía Julia y El Escribidor


Es especialmente este nivel intelectual al que la materia trivial de la novela apunta, esta condición de la literatura absorbida por la literatura misma, lo que hace cautivante La tía Julia y el escribidor y lo que compensa la ausencia de prácticamente toda innovación técnica que no sea el empleo profuso y sistemático de los "vasos comunicantes". La sencillez de la lectura que brinda el libro es aparentemente tramposa: parece ser una auto- biografía  y es la negación de ella; parece tener dos planos nítidos, pero despliega muchos otros, de gran complejidad; parece ser un doble melodrama, pero es algo muy distinto: una consistente puesta en práctica de su teoría de los "demonios" y una inserción en el foco incandescente en el que la experiencia de un escritor se vuelve imaginación. El libro no sólo responde a la pregunta cómo se escribe la literatura -con obstinación, locura, y una reiterada traición a la realidad; también explica por qué se escribe, es decir, por un afán, siempre insatisfecho, de subsanar una fractura con la realidad y de elaborar, a partir de ella, ficciones compensatorias en las que los lectores pueden asimismo reconocerse. El ejercicio literario es un extravío, un método y una comunión verbal del autor con los otros. Barthes dice que "l´écriture commence lá oú  la parole devient imposible". Esta novela se mueve en ese preciso margen  en el que el escritor ya no habla en sus libros, sino que sus libros hablan por él.

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La Tía Julia y el Esribidor

De allí la admiración del narrador por Camacho; para él "era  lo más próximo a un escritor que había visto" (p.236). Es sarcástico por eso que en el penúltimo capítulo, tras la crisis mental de Camacho, Varguitas herede su puesto y sea encargado de revisar y corregir viejos libretos radiales: " Tú eres medio intelectual , para ti será un trabajo fácil" (p.412), le dice un directivo; y en el último, el escritor, ya en el arranque de su madurez, en el París que tanto soñó, se promete a sé mismo algo que había suscrito Camacho: " Voy a tratar de ser un escritor, solo voy aceptar trabajos que no me aparten de la literatura" (p.450). No deja de ser simbólico que al iniciar sus labores el escribidor le preste la máquina con la que el narrador trabaja, esa máquina que Vargas Llosa  ve como una " carroza funeraria" (p.24).

Eso recuerda la imagen de la máquina  de escribir como un "pequeño ataúd" de "Conversación en La Catedral" (I, 224). No es ésta, naturalmente, la única recurrencia de la obra anterior del novelista: varias, numerosas marcas de las otras novelas cruzan, fugaz pero insistentemente, por este texto, como parte de un circuito cerrado de claves vividas e imaginadas. Figuras como Popeye (p. 74), Lituma (p.77), el Javier de ¨Los jefes" (muy importante aquí como confidente del narrador), el Poeta (p. 198), etc, retornan una vez más, a veces con destinos o trazas cambiados, en el más puro estilo camachiano. También lugares como Grocio Prado (p.372), donde ocurre un rapto como en "Conversación", o la selva (p. 168), son vueltos a visitar. Hay escenas enteras que parecen reescrituras de las de sus otras novelas: los diálogos del narrador con sus padres podrían compararse ilustrativamente con los de Alberto y los de Zavalita con los suyos, en "La ciudad y los perros" y "Conversación". Y hasta las obsesiones de Camacho tienen algún antecedente en opiniones críticas de Vargas Llosa: el antiargentinismo del escribidor bien puede ser el desarrollo humorístico  de un "dictum" ( " la maciza pedantería rioplatense de Homais") que encontramos en "La orgía perpetua".

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Risas con Mary Ellen Fox





Holly Golightly :
"I thought he was just a rat. He was a Super Rat all along."



Truman Capote Reads From Breakfast At Tiffany's April 7, 1963.

martes, abril 10, 2012

Relato del taller dublinés

Cinco tormentas y cinco arco iris, así es Dublín. Una ciudad de grises y amarillos. Quince alumnos, diría escritores, doce irlandeses, un ucraniano, una china y una senegalesa. Hablamos del narrador. Redundancia. Todos ellos tienen una voz original en español. Escriben postales a un supuesto amor. "De-construimos" a Joyce y a Cernuda y pegamos los haikus en los lienzos inocentes. Durante dos hora la creación conjura al mal. Yo no enseño nada, sólo descubro talentos. Arco iris y tormenta, retumban los cristales y las palabras : as we forgive those who tresspass against us, and lead us not into temptation; but deliver us from evil. Amen.
 

La Tía Julia y El Escribidor

El efecto final es claro : la vida -ese pasaje singular de su vida, con sus escenas ridículas y sentimentales- se convierte al hacerse escritura, en algo cuyos contactos con la realidad son tan cifrados y desconcertantes como las historias absurdas del escribidor; éste no hace ( no puede hacer) literatura pero quizás esté escribiendo su vida, mientras el escritor, cuya fidelidad a lo verídico llega al extremo supersticioso de mantener los mismos nombres reales, falsifica y deforma su propia historia. La autobiografía de un escritor sólo es posible como novela y, en cuanto tal, ya importa poco dónde se ciñe al testimonio y dónde deja fluir la imaginación. Todo es ficción y tanto Camacho como Vargas Llosa saben que es imposible ser "realista": todo arte es "fantástico". 

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lunes, abril 02, 2012

El Mono Rojo en el Instituto Cervantes de Dublín

domingo, abril 01, 2012

La Tía Julia y El Escribidor


"-Los amores de un bebé y una anciana que además es algo así como su tía -me dijo una noche la tía Julia, mientras cruzábamos el Parque Central-. Cabalito para un raditeatro de Pedro Camacho.

Le recordé que sólo era mi tía política y ella me contó que en el radioteatro de las tres, un muchacho de San Isidro, buenmocísimo y gran corredor de tabla hawaina, tenia relaciones  nada menos que con su hermana, a la que, horror de horrores, había dejado embarazada  (p.112)".

El narrador admite, más tarde, que " insensiblemente, Pedro Camacho pasó a ser un componente de nuestro romance" (P.113). Hasta en su propia dicción narrativa se siente a veces la impronta de su frecuentación con el escribidor: "-Tengo una pena de amor, amigo Camacho -le confesé a boca jarro, sorprendiéndome de mí mismo por la fórmula radioteatral:  pero sentí que, hablándole así, me distanciaba de mi propia historia y al mismo conseguía desahogarme-. La mujer que quiero me engaña con otro hombre" (p.191). Algunos incidentes menores provocan incidentes de nivel: se habla de un incendio en el Callao (p.322) y de n increible naufragio (p. 329), como si fuesen sucesos reales, aunque sólo son episodios de los radioteatros. Pero los "vasos comunicantes" van más lejos y hacen que los episodios delirantes no siempre ocurran en la imaginación de Camacho, sino además en la vida real; la pelea con los "churrasqueros" argentinos (pp.271-246) y el episodio hilarante con la pareja mexicana (pp. 271-274) parecen salidos de un guión del escribidor, pese a que los narra Vargas Llosa  en primera persona. El humor fluye del mundo alucinante de Camacho e impregna también la evocación  del fragmento biográfico de Varguitas y la dimensión imaginaria que esa vida va segregando como un producto imposible de evitar: la literatura invade el ámbito de la existencia concreta. Bajo un sesgo risueño, que la llena de repliegues ambiguos y sutiles, la novela muestra, en acción, el proceso interno del fenómeno creador.


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