viernes, agosto 29, 2008

Degustación.

Querido Peter: No he podido resistir la tentación de desatar el nudo del maravilloso lazo rojo, -naturalmente de la caja que a mi me corresponde-. La de Sara,
la de Paloma, la de Paco, están intactas. De la mía, de la 4, he escogido un capricho
moreno. El placer que he sentido al degustarlo en mi paladar, sólo es comparable al que siento al deslizarme, dentro de unos minutos, en esas sábanas blanquísimas y acariciables, con olor a sol de un agosto que se acaba.
Cortázar, con esa descripción tan alucinante, también hubiera deseado
saborear al menos uno. Yo le hubiera dado gustosa otro, si con ello lograse que
escribiera de nuevo algo parecido a su Rayuela. TORNASO
L

jueves, agosto 28, 2008

Bombones Helados (4)



Pero hombre Tornasol los Bombones Helados no engordan. Son especiales, son cálidos por eso son helados, son dulces, pero en ningún caso hacen daño, es imposible en cuanto los ojos se posan en ellos se disuelven y van directo a esa parte nuestra que guarda y disfruta sin engordar de cadera en todo caso el regusto y su calidez helada nos hacen cerrar los ojos y pensar que hay un sitio dentro de nosotros en el cual el tiempo no pasa, se detiene y se puebla de recuerdos que conviven con la memoria que es la encargada de ordenarlos, pues los recuerdos como los cronopios son juguetones y se enredan entre ellos mismos. La memoria, como las famas son ordenadas y se encargan de colocarlos. Es ahí donde los Bombones Helados llegan directo. Recibidos por las famas, memoria, y desborrados por los cronopios recuerdos. Todos ellos nos recuerdan el día en que los vimos; la personas con las que estábamos; el color que ese día tenía el cielo; las hojas caídas en el suelo o los árboles repletos de ellas; el silencio que siguió al tragarlo con los ojos y bien la sonrisa o carcajadas que dimos. En realidad forman parte de nosotros. Somos nosotros. No engordan y todo, absolutamente todo el mundo los pueden tomar.


Por aquí sigue llegando gente, pues como del otro lado están con calor y con pocas ganas de hacer. Saki estaba preocupado pues en algún momento y en algún sitio ha dejado su reloj. Reloj que no encuentra y por el cual no para de preguntar. Jorge Luis le con ojos burlones le ha dicho: Otro que no sabe lo que realmente es un reloj. Y justo en ese momento como ya imagino que os lo estabais imaginando ha aparecido Julio (Cortazar en el otro lado). Bueno primero llegaron sus cronopios haciendo ruido y sus famas intentando hacerlas callar, sin conseguirlo claro, con lo cual hacían todos mucho más ruido. Se ha saludo con todos nosotros muy efusivamente y El Maestro Jorge Luis le ha agarrado suavemente del brazo y le ha susurrado: Contadle, contadle la verdad del reloj.


Todos le hemos mirado a la vez (no se si es muy literario, pero es tal cual). Acaba de llegar. Pero no lo dudó ni un momento, bueno ni medio. Arrimó una silla de madera verde que por allí andaba suelta al corro. Le hicimos todos un hueco y debajo del gran árbol, famas, cronopios y todos nosotros hicimos un gran silencio que fue rápidamente roto por su voz:
Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan —no lo saben, lo terrible es que no lo saben—, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia de comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.
Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj

Evidencia.

¡El colmo, Peter Pan! Estoy hasta el gorro de que con tu movimiento constante de niño hiperactivo, me restregues tu juventud a flor de piel, y encima,
con tu abundante ración de bombones, con lo que me gustan. Soy diabético, ya lo sabes,
así que no mandes más. No te pasees tanto con ese tal Palimpsestos, otro como tú,
también hiperactivo. Yo ya no doy de sí para tanto, estoy de capa caída. Me he ido
a refugiar con La Madre, porque el que la ha hecho ver la luz, aunque se esconde bajo
pseudónimo, es el Máximo de todos los Máximos. Me refiero a Gorki, como ya habreis
adivinado. Ese sí que fue un tio grande: De familia extremadamente humilde, careció
de toda instrucción normal. Su vida había de ser su único maestro. Huérfano de padre
a los seis años fue aprendiz de zapatero, pinche de cocina en uno de los barcos que
hacían la travesía del Volga, vendedor ambulante, panadero, mozo en un bufete de
abogado, etc. Todo un pequeño calvario que le familiarizó desde temprano con los aspectos más crueles de la lucha por la existencia.Así aprendió a conocer y a amar a las clases desheredadas, las que vivían en el envés del aaparatoso y brillante tapiz de la Rusia de los Zares.Así se hizo revolucionario. Alguna de sus obras como Confesión, Infancia, Ganándome el pan, etc, recogen los recuerdos de su azarosa
juventud. ¡Aprende, Peter Pan, para que nos vengas con bomboncitos helados!. Bueno,
no quiero gruñir más, pero es que a mi edad, ya sabeis, los achaques, la memoria,
Y a todo esto, ¿qué es lo que hacemos, sin seguir con los relatos? Venga, venga,
espabilad, moveros. TORNASOL.

lunes, agosto 25, 2008

ESTÍO, LECTURA, GALBANA E IGNORANCIA:

Estío y galbana, siestas y lectura: ¡por fin!
Más y más pequeña, así me voy sintiendo. Debería crecer, y sin embargo ocurre todo lo contrario. Cuanto más leo, más aprendiz.
Llegó el momento de hincarle el diente a Joseph Roth, y a su “Peso falso”, vuelvo a visitar los paisajes del imperio; sus últimos estertores. Me había gustado “La marcha Radetzky”. Personajes de una administración estatal que ya no controla nada, Anselm Eibenschütz, su mujer, el tabernero Jadlowker y una hembra, la gitana Euphemia. El pobre inspector de pesas y medidas no consigue evitar que su vida de desmorone, como le ocurre al imperio, cuando vida aparece el amor, pero el no está preparado. Es la frontera de una Rusia en huida. Me acuerdo de Dostoievski mientras decimos adiós a Alexander Solyenitzin, Los imagino charlando de sus exilios y de Siberia, de revoluciones y de religiones, de Rusia.

Después me voy a Hungría, otra parte del imperio: “Girasol” de Gyula Krüdy. La señorita Evelin y la indómita Malvina . Señoritas, tierras, siervos, maldiciones, sueños y realidades, y el amor que planea sobre todos ellos. Amantes que se liberan del sueño de la muerte a la voz de la amada, solo por estar a su lado, sin esperar nada. El tiempo que discurre deslizándose como el Danubio. La puszta, Buda y Pest. La pizpireta Rizuljet. Y no es cierto que no quede nada, todo está vivo y renace a través de los sueños de los antepasados que observan colgados, pacientes, que la vida se renueve, que la tragedia suceda. La prosa fluye, discurre, parece fácil, pero no te fíes de las aguas tranquilas. ¡Cuantos ahogados incautos pretendieron adentrarse a imitar la narración!

Salto en el tiempo y en el mapa: “Diario de un mal año” y un querido Coetzee, aún más añejo. El tiene la paciencia del viejo, la que me falta a mí. Me sorprende la fórmula: tres relatos avanzando en paralelo. Y Elizabeth Costelo ha rejuvenecido: ahora es Anya, una pizpireta vietnamita que coqueta con todo hombre viviente, y claro, tenía que cruzarse con el señor J.C. escritor mayor y algo cansado.
Tres bloques narrativos. Esta es la forma elegida por Coetzee. Si Dostoiewski viviera hoy, tal vez elegiría esta fórmula para los diablos actuales.
Desde Alemania le llega el encargo de escribir “Opiniones contundentes”: es el primer bloque donde opina sobre Al Quaeda, la otra vida, la narrativa, el turismo, la probabilidad o el diseño inteligente, sin olvidar, por supuesto, de criticar a Bush, esto ya me sobra, por lo evidente.
El segundo bloque es el propio escritor convertido en personaje, sus achaques, y de vez en cuando las “opiniones contundentes” que son el tema del primer bloque, chorrean sobre el segundo bloque.
En el tercer bloque habla Anya, Elizabeth habría hablado, a la que ofrece el trabajo de ayudarle a redactar y pasar a limpio sus notas; a la que no elige precisamente por su preparación intelectual, conversaciones con Anya y su pareja.
Espero que a pesar de sus achaques, J.C. acuda puntual a la cita con los lectores, conmigo.
Si vas por Australia y acudes a una lavandería, observa al viejito que te mira: sí, te está mirando, tal vez te proponga que le reescribas las notas de su próxima novela, el dirá que tal vez sea la última, pero yo no me lo creo.

La próxima vez os contaré algo desde Japón sobre la “La fórmula preferida del profesor”.

Bombones Helados (3)


Lo prometido es deuda. Pero antes os cuento algo más sobre mi nuevo amigo.

Hector Hugh Munro, Saki, describió incomparablemente a sus contemporáneos de la clase media victoriana, tan estrictos en sus maneras y amantes de absurdas fórmulas y rutinas. Su sentido del humor, cáustico e irónico, era muy apreciado por Jorge Luis Borges, quien lo situaba al lado de Kipling y Thackeray, como uno de los ingleses ilustres nacidos en Oriente. En el prólogo a la edición de los relatos de Saki perteneciente a la colección borgiana “La Biblioteca de Babel”, escribió sobre él: «Con una suerte de pudor, Saki da un tono de trivialidad a relatos cuya íntima trama es amarga y cruel. Esa delicadeza, esa levedad, esa ausencia de énfasis puede recordar las deliciosas comedias de Wilde.»

H. H. Munro nació en Akyab,
Birmania. Era hijo de Charles Augustus Munro, inspector general de la policía birmana, cuando este país pertenecía aún al Imperio Británico. Su madre, de soltera Mary Frances Mercer, murió en 1872, corneada por una vaca. Este incidente pudo tener influencia en sus relatos. Su niñez se trastocaría al ser después trasladado a Inglaterra con unos parientes puritanos de personalidad severa e intransigente, la convivencia con los cuales amargaría para siempre su carácter.

Ahora el deselance...


Fue un alivio para Framton cuando la tía irrumpió en el cuarto pidiendo mil disculpas por haberlo hecho esperar tanto. Espero que Vera haya sabido entretenerlo, dijo. Me ha contado cosas muy interesantes, respondió Framton. Espero que no le moleste la ventana abierta, dijo la señora Sappleton con animación; mi marido y mis hermanos están cazando y volverán aquí directamente, y siempre suelen entrar por la ventana. No quiero pensar en el estado que dejaran mis pobres alfombras después de haber andado cazando por la ciénaga. Tan típico de ustedes los hombres ¿no es verdad? Siguió parloteando alegremente acerca de la caza y de que ya no abundan las aves, y acerca de las perspectivas que había de cazar patos en invierno. Para Framton, todo eso resultaba sencillamente horrible. Hizo un esfuerzo desesperado pero solo a medias exitoso de desviar la conversación a un tema menos repulsivo; se daba cuenta que su anfitriona no le otorgaba su entera atención, y su mirada se extraviaba constantemente en dirección a la ventana abierta y al jardín. Era por cierto una infortunada coincidencia venir de visita el día del trágico aniversario Los médicos han estado de acuerdo en ordenarme completo reposo. Me han prohibido toda clase de agitación mental y de ejercicios físicos violentos anunció Framton, que abrigaba la ilusión bastante difundida de suponer que personas totalmente desconocidas y relaciones casuales estaban ávidas de conocer los más íntimos detalles de nuestras dolencias y enfermedades, su causa y su remedio. Con respecto a la dieta no se ponen de acuerdo. ¿No? dijo la señora Sappleton ahogando un bostezo a último momento. Súbitamente su expresión revelaba la atención mas viva... pero no estaba dirigida a lo que Framton estaba diciendo. ¡Por fin llegan! exclamó. Justo a tiempo para el té, y parece que se hubieran embarrado hasta los ojos ¿no es verdad? Framton se estremeció levemente y se volvió hacia la sobrina con una mirada que intentaba comunicar su compasiva comprensión. La niña tenia puesta la mirada en la ventana abierta y sus ojos brillaban de horror. Presa de un terror desconocido que helaba sus venas, Framton se volvió en su asiento y miro en la misma dirección. En el oscuro crepúsculo tres figuras atravesaban el jardín y avanzaban hacia la ventana, cada una llevaba bajo el brazo una escopeta y una de ellas soportaba la carga adicional de un abrigo blanco puesto sobre los hombros. Los seguía un fatigado spaniel de color pardo. Silenciosamente se acercaron a la casa, y luego se oyó una voz joven y ronca que cantaba: "¿Dime Bertie, por que saltas?" Framton agarro deprisa su bastón y su sombrero; la puerta de entrada, el sendero de grava y el portón, fueron etapas apenas percibidas de su intempestiva retirada. Un ciclista que iba por el camino tuvo que hacerse a un lado para evitar un choque inminente. Aquí estamos, querida, dijo el portador del impermeable blanco entrando por la ventana, bastante embarrados, pero casi secos. ¿Quién era ese hombre que salió de golpe no bien aparecimos? Un hombre rarísimo, un tal señor Nuttel, dijo la señora Sappleton; no hablaba de otra cosa que de sus enfermedades, y se fue disparando sin despedirse ni pedir disculpas al llegar ustedes. Cualquiera diría que había visto un fantasma. Supongo que ha sido a causa del spaniel, dijo tranquilamente la sobrina, me contó que los perros le producían horror. Una vez lo persiguió una jauría de perros parias hasta un cementerio cerca del Ganges, y tuvo que pasar la noche en una tumba recién cavada, con esos bichos que gruñían y mostraban los colmillos y echaban espuma encima de él. Así cualquiera se vuelve pusilánime. La fantasía sin previo aviso era su especialidad.

sábado, agosto 23, 2008

Bombones helados (2)


Paseo por este Lado en compañía de mis amigos los libros. No fallan. Están, siempre están y con ellos sus autores fieles a sus obras a las que tampoco abandonan. Me he reencontrado con Jorge Luis (Jorge Luis en este Lado), Borges ahí fuera y nos hemos puesto a hablar de India, de Oriente y entonces él, siempre tan correcto y ocurrente ha tenido a bien presentarme a Saki, un conocido suyo que yo no conocía. Aquí en este Lado habitamos muchos, pero no necesariamente nos concemos todos personalmente, si bien, y esto resulta curioso, en la mayoría de las ocasiones todos hemos oido hablar de todos. Jorge Luis sabía de Desoladas, eso ya os lo adelanto, y sorpresivamente Saki también. Yo, en cambio, no tenía el placer de conocer a este nacido en Birmania, cuya madre murió corneada por una vaca y que se educó en Inglaterra. Admirado por Jorge Luis, si bien nunca coincidieron en vida, me refiero a la vida de allá. Curioso el tipo. Anduvimos un buen rato, charlando distendidamente a orillas del mar. Al finalizar el paseo Saki tuvo a bien dejarme una pequeña caja forrada de rojo charol. En su interior dos deliciosos bombones helados. Saki me advirtió que los tomara de uno en uno, lentamente y que tuviera cuidado al morderlos no fuera a mancharme. "Están rellenos, me advirtió". Eso es lo que hice y eso es lo que quiero compartir.


Mi tía bajara enseguida señor Nuttel, dijo con mucho aplomo una señorita de quince de años, mientras tanto debe hacer lo posible por soportarme. Framton Nuttel se esforzó por decir algo que halagara debidamente a la sobrina sin dejar de tomar debidamente en cuenta a la tía que estaba por llegar. Dudo más que nunca que esta serie de visitas formales a personas totalmente desconocidas fueran de alguna utilidad para la cura de reposo que se había propuesto. Sé lo que ocurrirá, le había dicho su hermana cuando se disponía a emigrar a este retiro rural, te encerraras no bien llegues y no hablaras con nadie y tus nervios estarán peor que nunca debido a la depresión. Por eso te daré cartas de presentación para todas las personas que conocí allá. Algunas, por lo que recuerdo, eran bastante simpáticas. Framton se pregunto si la señora Sappleton, la dama a quien había entregado una de las cartas de presentación, podía ser clasificada entre las simpáticas. ¿Conoce a muchas personas aquí? pregunto la sobrina cuando considero que ya había habido entre ellos suficiente comunicación silenciosa. Casi nadie, dijo Framton. Mi hermana estuvo aquí, en la rectoría, hace unos cuatro años, y me dio cartas de presentación para algunas personas del lugar. Hizo esta última declaración en un tono que denotaba claramente un sentimiento de pesar. Entonces no sabe prácticamente nada acerca de mi tía, prosiguió la aplomada señorita. Solo su nombre y su dirección, admitió el visitante. Se preguntaba si la señora Sappleton estaría casada o seria viuda. Algo indefinido en el ambiente sugería la presencia masculina. Su gran tragedia ocurrió hace tres años, dijo la niña, es decir después que se fue su hermana. ¿Su tragedia?, pregunto Framton; en esta apacible campiña las tragedias parecían algo fuera de lugar. Usted se preguntará porque dejamos esa ventana abierta de par en par en una tarde de octubre, dijo la sobrina señalando una gran ventana que daba al jardín. Hace bastante calor para esta época del año, dijo Framton, pero ¿que relación tiene esa ventana con la tragedia? Por esa ventana, hace exactamente tres años, su marido y sus dos hermanos menores salieron a cazar por el día. Nunca regresaron. Al atravesar el páramo para llegar al terreno donde solían cazar quedaron atrapados en una ciénaga traicionera. Ocurrió durante ese verano terriblemente lluvioso, sabe, y los terrenos que antes eran firmes de pronto cedían sin que hubiera manera de preverlo. Nunca encontraron sus cuerpos. Eso fue lo peor de todo. A esta altura del relato, la voz de la niña perdió ese tono seguro y se volvió vacilantemente humana. Mi pobre tía sigue creyendo que volverán algún día, ellos y el pequeño spaniel que los acompañaba, y que entraran por la ventana como solían hacerlo. Por tal razón la ventana queda abierta hasta que ya es de noche. Mi pobre y querida tía, cuantas veces me habrá contado como salieron, su marido con el impermeable blanco en el brazo, y Ronnie, su hermano menor, cantando como de costumbre "¿Bertie, por que saltas?", porque sabia que esa canción la irritaba especialmente. Sabe usted, a veces, en tardes tranquilas como las de hoy, tengo la sensación de que todos ellos volverán a entrar por la ventana... La niña se estremeció. Fue un alivio para Framton cuando la tía irrumpió en el cuarto pidiendo mil disculpas por haberlo hecho esperar tanto. Espero que Vera haya sabido entretenerlo, dijo. Me ha contado cosas muy interesantes, respondió Framton.


jueves, agosto 21, 2008

Bombones helados


Saludar a los habitantes del blog que leo están tan vivos y activos como de costumbre. Desear que todo esté "normal" (bien es mucho) y que nos volvamos a encontrar de nuevo todos del otro lado del blog al llegar el otoño.


Como el calor aprieta he pensado dejar en el blog bombones frios. Pequeños apuntes de grandes narradores que con el calor que hace y la siesta que tenemos encima son de fácil digestión.


Anécdota
Un capuchino acompañaba a un suabo a la horca, bajo una lluvia intensa. El condenado se quejó varias veces a Dios durante el camino, por tener que seguir una suerte tan amarga con tiempo tan malo y desapacible. El capuchino quiso consolarlo cristianamente y dijo: “Por qué te quejas tanto, sinvergüenza; tú sólo tienes que ir, pero yo, con es tiempo, tendré que rehacer el camino…”. Quien haya sentido lo triste que es volver del patíbulo, incluso en un día hermoso, no encontrará tan tontas las palabras del capuchino.


Suceso diario
El trabajador Brietz fulminado en el paseo nuevo, dijo al capitán von Bürger, del antiguo regimiento de Tauentzien, que el árbol bajo el que ambos se encontraban resultaba sin duda demasiado pequeño para dos, y que podría resguardarse muy bien debajo de otro. El capitán Bürguer, hombre tranquilo y modesto, se situó efectivamente bajo otro árbol, momento en que el mencionado Brietz fue alcanzado y muerto al instante por un rayo.


Textos breves recogidos en el libro de relatos “El terremoto de Chile” de Heinrich von Kleist.

Heinrich von Kleist. Nace el 18 de octubre de 1777 en Francfort del Óder. Pone a fin a su vida de un disparo el 21 de noviembre de 1811 en una pequeña colina sobre el Wannsee después de disparar primero contra Henriette Vogel a la que acaba de conocer.

viernes, agosto 08, 2008

Otro Conjuro.

Conjuro de Elizabeth Arden.- Se queman varias lineas de borrador de un cuento mágico.- Se echan las cenizas en una taza con agua del grifo. Nos peinamos
con una cola de caballo y nos arrancamos siete pelos.- Se deja madurar la mezcla y
se agita con los pelos desenredados. Por último nos quitamos una horquilla y se abre
un cajón con ella -la llave se ha perdido-, donde hay veinte relatos escritos hace
diez años. Se corrige, se corrige, se corrige, durante tres noches y tres días, y al
final se sacan en limpio cuatro relatos que presentamos a un jurado implacable.
Me he reido mucho con el Conjuro de Gordon. Gracias, Efímera. TORNASOL.

Conjuro para escribir

Mi amiga Norma, me ha pasado el conjuro de Noah Gordon; a saber:

Se coge una pizca de cenizas de un fuego extinguido hace mucho tiempo. Se vierte en una taza de agua cogida de un charco de la calle tras una lluvia intensa. Se añaden tres pelos arrancados por una soltera de la cola de un caballo gris. Se deja madurar la mezcla tres días con sus tres noches y se añade cera de una vela vieja. Se escupe tres veces en la taza. Se agita bien la mezcla. Se arroja a un inodoro y se tira dos veces de la cadena. Luego se sienta uno frente al ordenador y trabaja muy, muy duro.

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jueves, agosto 07, 2008

Literatura israelí

Más de diez nuevos libros se publicaron diariamente en Israel en 2006, cifra que revela el apogeo que ha tenido en los últimos años la industria editorial de ese pequeño país (de menos de 7 millones y medio de habitantes), que ha llegado a ubicarse entre los que cuentan con el mayor número de libros nuevos per cápita. Y aunque este hecho desaparece en el mar de reportajes sobre los violentos conflictos que ocurren cada día dentro del país y en sus vecinos del Medio Oriente, es en ese ambiente turbulento donde se ha generado una producción literaria prolífica y diversa. Esta es una muestra de cuatro de los escritores y poetas más originales hoy en día en Israel, cuyas obras cambiaron el panorama literario israelí y consiguieron éxito en otros lugares del mundo.
Publica El Mercurio
Por Roy Cohen
La polémica Agi Mishol Nació en 1947, vive en Kfar Mordejai.El público de lectores de poesía ha sido siempre más pequeño que el de ficción. Y cuando el público tiene no más de 7 millones de personas, como los lectores en hebreo, este problema se hace especialmente serio. Agi Mishol, que ha conseguido éxito nacional y mundial en los últimos años, se ha convertido en una de las figuras más queridas y odiadas en el pequeño mundo de la poesía israelí.Mishol es conocida por utilizar objetos corrientes de la rutina diaria en sus obras. Por ejemplo, en "Revelation" describe una camisa colgada para secarse; en "In the supermarket", la voz poética circula por los pasillos de verduras y comida de perros con su marido. En este poema, Mishol declara su vocación: "Yo soy la poeta del supermercado", y por eso la poeta de las cosas banales, y no más."In the supermarket", Mishol introduce otro tema que se hace foco de algunas críticas: ella es una beneficiaria orgullosa, no una crítica, de la sociedad capitalista. Su vida personal también refleja a alguien que no se arrepiente de sus ventajas financieras: Mishol es la dueña de una finca rural, donde contrata trabajadores extranjeros. En "Estate", la voz poética se describe como una dueña de finca de rizos rubios (Mishol tiene rizos rubios) que se refleja en los vantajes y desvantajes de los animales del campo. Como poeta, Mishol no llama a una revolución social, sino que llama la atención sobre los detalles de la vida cómoda que disfruta la gente como ella.Aunque las obras de Mishol se critican por la izquierda social, la izquierda política israelí las aprueba. Mishol escribió "La joven mártir" sobre una terrorista suicida palestina que murió con una explosión en un mercado de Israel y mató a seis personas más. Mishol fue una de las primeras artistas de su país que enfocaron al terrorista palestino en lugar de las víctimas israelíes de acciones de terror. Por tanto, Mishol llegó a ser la heredera contemporánea de una tradición israelí de poetas femeninas que definen su generación.Yoram Kaniuk, una voz del holocausto Nació en 1930, vive en Tel Aviv.Uno de los autores israelíes más célebres hoy en día, quien a la edad de 78 años recibe mucha atención de lectores y críticos jóvenes. Su obra maestra, El hombre perro (1968), se ha convertido en uno de los libros más importantes de la literatura israelí sobre el tema del holocausto.La historia personal de Kaniuk podría llenar varios libros. Luchó con el Palmaj (que después se volvió en Tzahal, el ejército israelí) en la guerra de la independencia, estudió pintura en París y se hizo amigo de Billie Holiday, Charlie Parker y otros en Nueva York, donde también empezó su carrera artística como pintor. Después de 10 años de vivir en Nueva York, regresó a Israel y publicó su primer libro.Kaniuk usó su propia vida como tema de algunos de sus libros recientes, entre ellos, I did it my way (2002) y Between life and death (2008). Esta obra, su última hasta el momento, cuenta su experiencia como un enfermo de cáncer. Los críticos israelíes han elogiado este libro por su austera franqueza y preciso relato de los pensamientos de una persona moribunda, consciente de su fin.El tema de la muerte ha impregnado también otras obras de Kaniuk, incluso las que escribió en su juventud. En Himmo, king of Jerusalem (1965) cuenta la historia de un soldado cuadrapléjico que ingresa en un monasterio. Entre los jóvenes heridos en este monasterio-hospital se extiende el temor a la muerte. En The queen and I (2001), la muerte hace lo imposible y junta a un historiador israelí con la reina de Inglaterra en una búsqueda de un personaje querido por los dos.Por ser un escritor que se ha enfocado en la muerte, Kaniuk no piensa rendirse fácilmente. A pesar del cáncer y de las hospitalizaciones frecuentes, todavía está escribiendo una columna política en el periódico más grande de Israel y, probablemente, trabajando en su próximo libro. La parte final de Between life and death, que cuenta su vuelta a casa desde el hospital, quizás describa sus intentos de resistir mejor a la muerte: "Estoy entrando a mi casa, para empezar el resto de los días de mi vida".Orly Castel-Bloom, contra la literatura "femenina" Nació en 1960, vive en Tel Aviv.A la edad de sólo 42 años, Orly Castel-Bloom recibió el premio Newman, de la Universidad de Bar Ilan, con el cual se le reconoció la obra de ficción de toda su vida. Desde 1987, Castel-Bloom ha publicado 12 libros en hebreo. Su primera obra, un libro de cuentos llamado Not far from the center of town, fue escrita en un lenguaje simple, sin los embellecimientos que habían caracterizado los libros israelíes de esa época. El lenguaje que usó Castel-Bloom despertó una conmoción entre los críticos, la que se centró en la pregunta de si Castel-Bloom era un genio o una tonta, una joven que no tiene buen dominio del idioma.La edad y estilo de Castel-Bloom no fueron las únicas características que la hicieron diferente. También debió pagar el costo de ser mujer en su medio. El mundo de la literatura israelí estaba acostumbrado a poetas femeninas originales, como Leah Goldberg y Yona Wallach, pero las autoras importantes de ficción eran escasas. Por tanto, algunos críticos trataron su obra como "literatura femenina". Desde Human parts (2002), la autora cambió su estilo familiar de narración en primera persona femenina a la de tercera persona porque, "no podía soportar el hecho de que algunos clasifiquen mi literatura como femenina".Incluso cuando Castel-Bloom trata temas "femeninos", lo hace de una manera controvertida. En Dolly City (1992), por el cual ganó un lugar en la lista de obras recomendadas por Unesco, cuenta la historia de una médica neurótica que opera a su hijo para calmar sus ansiedades maternales. Castel-Bloom trató con ironía tanto el mito del amor como el de la madurez: la narradora corta un mapa de Israel en el cuerpo de su hijo. Con este acto, se burla de la conexión entre la madre y la tierra en un país cuyas madres tienen que mandar a sus hijos de 18 años al ejército.Human parts (2002) y Textile (2006), sus obras más recientes, delinean diferencias entre tres generaciones, la de Castel-Bloom, la de sus padres y la de sus hijos. En estos libros, la escritora expone las esperanzas de una generación y su caída en la próxima. Los sueños israelíes de seguridad y estabilidad nunca hechos realidad. Castel-Bloom, una voz única en la literatura israelí, representa a su sociedad como una que está perdiendo en sus intentos de ser avanzada, justa y, sobre todo, cuerda.Sayed Kashua, la paradoja árabe-israelí Nació en 1975, vive en Jerusalén.El pueblo árabe Tira, ubicado 7 kilómetros al sur de Haifa, ha sido un símbolo del anhelo palestino de volver a los territorios que fueron ocupados por las armas israelíes en la guerra de 1948. De manera paradójica, Tira produjo uno de los escritores contemporáneos más populares en hebreo, la lengua de la población judía: Sayed Kashua.Kashua no es el primer escritor árabe-israelí que escribe en hebreo, sino que es el primero que escribe solamente en esa lengua. Sus libros han sido traducidos a siete idiomas. Sin embargo, los lectores de su idioma materno, el árabe, todavía no pueden leerlos. Kashua mencionó en una entrevista que ninguna publicación árabe lo había contactado para traducirlo. Sea como fuere, los libros de Kashua han tenido mucho éxito con los lectores judíos en Israel.En 2002, Kashua publicó Árabes danzantes, una novela semiautobiográfica sobre un joven árabe que nació en Tira y se trasladó a Jerusalén cuando tenía 15 años, como el propio Kashua. En esta novela, él describe sus intentos de adaptarse a la población judía, que ha respondido con una mezcla de aceptación cuidadosa y racismo. El estado de ser persona non grata está expresado vívidamente en la novela cuando su novia judía lo abandona porque su madre "habría dicho que ella prefiere tener una lesbiana como hija a alguien que pasa el tiempo con árabes". Desde los ojos de un extranjero autóctono, Kashua expone los miedos que están discretamente presentes en la sociedad israelí.De manera similar al autor, el protagonista de Let it be morning (2006) es un árabe-israelí que regresó a su pueblo de nacimiento después de vivir muchos años en Jerusalén. Sin embargo, el joven protagonista, árabe, israelí, urbano, educado, se dio cuenta de que nunca podría volver a su casa. "Ser una minoría árabe viviendo en una mayoría judía dentro de la mayoría árabe en el Medio Oriente", como lo ha definido el escritor Anton Shammas, formó una sociedad llena de rivalidades entre los habitantes de Tira, con quienes el protagonista no puede entenderse.La escritura de Kashua permite a sus lectores, los que viven en Israel y los que quieren saber más sobre este país, observar las paradojas en la vida común entre las poblaciones judía y árabe. Una perspectiva única que sirve para entender el punto de vista de un verdadero forastero en la literatura israelí.Wasserman. La historia de un perro Yoram KaniukTraducción de Roser Luch i Oms, Editorila Fondo de Cultura Económica, México, D.F., 2007, 140 páginas, $4.800.Talia, una adolescente israelí, adopta a Wasserman, un perro abusado y herido de la calle. Y es precisamente el personaje de Talia el que cuenta los raros eventos que ocurrieron después de la entrada de Wasserman a su vida. De esta manera, la historia muestra, con sutileza y sin perder la realidad del personaje de la narradora, a una sociedad que es tratada con violencia.
Obras traducidas del hebreo:Yoram Kaniuk:“El hombre perro”Español: Libros del Asteroide, Barcelona, 2007.“El buen árabe”Español: Versal, Barcelona, 1988.“I did it my way”Francés: Fayard, París, 2005.Agi Mishol:“The Swimmers”Inglés: Poetry Ireland, Dublín, 1998.Look ThereInglés: Graywolf Press, St. Paul, 2006.Orly Castel Bloom:“Dolly City”Inglés: Loki Books, London, 1997.“Human Parts”Inglés: David R. Godine, Boston, 2003.TextileFrancés: Actes Sud, Arles, 2008.Sayed Kashua:“Árabes danzantes”Español: Tropismos, Salamanca, 2006.“Let It Be Morning”Inglés: Grove/Atlantic, New York, 2006.Tomer Lichtash, nació en 1978. En 2007 publicó Lorem Ipsum, una colección de 507 poemas de 3 versos cada uno. En esta colección, Lichtash yuxtapone frases que parecen citas de charlas electrónicas, conversaciones y juegos de palabras que recuerdan la tradición del poeta israelí David Avidan. Antes de que lo hiciera Radiohead, Lichtash ofreció su obra gratis por la red.Sara Shilo nació en 1958. Casi la única escritora nueva de éxito que vive fuera de Tel Aviv y Jerusalén. Su primera novela, Elves (2006), cuenta con un lenguaje desestructurado la historia de una familia que sufre los frecuentes ataques de misiles en el norte remoto de Israel. Por esta obra, Shilo ganó el Premio de Safir, un laurel nacional para trabajos de ficción.Hagar Yanai nació en 1973. Publicó dos libros exitosos en ficción, logrando un lugar de respeto en la literatura israelí joven. Sin embargo, en 2006 Yannai hizo un cambio por la escritura fantástica, un acto sin precedentes en la literatura israelí. El segundo libro de su trilogía fantástica, The whale of Babylon, fue publicado este año.Yuval Shimoni nació en 1955. Después de escribir dos novelas, Shimoni publicó Dust (2007), un análisis del texto bíblico desde la perspectiva de un hombre preocupado con el hecho de su muerte. Aunque tiene 52 años, Shimoni se considera como una de las voces más distinguidas de la oleada nueva de la literatura israelí.

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miércoles, agosto 06, 2008

A Margarita

Querida Margarita:
Acabo de enterarme: no lees tus emails, pues te he enviado varios donde te informo que tu archivo no se puede abrir. En fin, que estoy de vacaciones, y en silecio, pues de hablar sobre el material escaso, escasísimo, que me han enviado los alumnos, debería mencionar palabras poco oportunas para el calor que hace; a saber: vagos, no aptos, suspensos, etcétera.
Así pues, guardo silencio y espero tener el 30 de septiembre, por lo menos, 30 folios, con dos o tres relatos, corregidos, nada de borradores, de cada uno de los alumnos. De no ser así, todos, a repetir curso.
Tuya siempre,
Lady Macbeth

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martes, agosto 05, 2008

Sofocante verano.

El Maestro, de veraneo, los alumnos deshojan la marchita margarita y anhelan
ansiosos la incógnita: ¿valdrán las sinopsis? ¿no valdrán? ¿valdrán las sinopsis?
¿no valdrán?, pero la respuesta, igual que el SÍ de la ingenua enamorada, no llega.
En fín, habrá que esperar a Septiembre y como dice la canción, cuando llegue sptbre.
todo será maravilloso. Perdonar mi intromisión. Es por llenar un poquito este blog
solitario que desde el día 18 está triste. Besos. Maribel.