martes, noviembre 28, 2006

Dulces orientales para la fiesta de cumpleaños


Tres cosas
Tres cosas no pueden recuperarse:
La flecha que ha partido del arco.
La palabra dicha irreflexivamente.
La oportunidad perdida.

(Ali el León, Califa del Islam. Yerno del Profeta Mohammed)

Los cuatro hombres y el intérprete (*)
Esta alegoría de Rumi se ha usado desde el silo XIII para ilustrar tanto los diferentes “lenguajes” de los hombres que quieren la misma cosa y piensan que es diferente, como los “cuatro hombres” que se dice luchan en e interior del corazón de cada individuo.

Se les dio una moneda a cuatro personas.
El primero era persa, y dijo: “Con esto compraré angur”.
El segundo era árabe, y dijo: “No, porque lo que yo quiero es inab”.
El tercero era turco, y dijo: “Yo no quiero inab, lo que quiero es uzüm”.
El cuarto era griego, y dijo: “Yo quiero stafil”.
Ya que no sabían lo que yacía detrás de los nombres de las cosas, estas cuatro personas comenzaron a pelear entre sí. Tenían información, pero carecían de conocimiento.
Si un sabio hubiese estado presente, podría haberlos reconciliado diciendo: “Puedo satisfacer las necesidades de todos vosotros con esa única moneda. Si confiáis en mí. Vuestra única moneda se convertirá en cuatro y cuatro personas en disputa se unificarán como si se tratase de una sola”.
Tal sabio sabría que cada uno, en su propio lenguaje, anhelaban lo mismo: uvas.

Cada uno vuela con su propia especie:paloma con paloma, halcón con halcón.


Primero asegúrate
Nasrudín pasaba a través de un bosque cuando vio a Selim, otro aldeano, yaciendo en un claro. Un león lo había atacado y se había llevado su cabeza.
Con aire preocupado, el Mulla regresó al pueblo.
Cuando pasaba por delante de la puerta de la casa de Selim, la esposa de éste le llamó:
- Nasrudín, hace tiempo que no he visto a mi esposo. ¿Supones que está bien?.
- Eso depende, señora –respondió Nasrudin-, de si salió de casa con su cabeza puesta o sin ella.

domingo, noviembre 26, 2006

EN DEUDA

Un año ha pasado y el Blog es un alumno más del Mono Rojo, recogiendo un poco de aquí, un poco de allá: aún nos faltan voces, se animarán? Me pregunto, se pregunta, el blog…
Sara se queja del blog en silencio, tiene razón, y vuelvo a preguntarme: dónde poner el límite a lo privado, hasta donde compartir.
Confieso haber pasado horas en noches cálidas de estío, sola, y en un lugar lejano y en el que no deseaba estar, viviendo algo que no quería vivir, en que miraba el blog, esperando noticias, me ha dado mucho más que lo que yo he dado. Me llevaba a casa, me parecía estar con vosotras.
Feliz cumpleaños y que cumplas, que cumplamos, muchos más

sábado, noviembre 25, 2006

UN AÑO

Sara llegó hace un año con la sorpresa de un blog literario. Una ventana al mundo donde reflejar nuestras creaciones. Superado el pánico escénico con la ayuda de un seudónimo, nos animamos a escribir. De no haber sido por este espacio, no hubiera podido compartir la alegría del enamoramiento de Trilce. La larga tarea del Ulises. Las diminutas reseñas de un verano en el que estabais lejos. Faulkner, Capote, Haslet, Reyes, McCullers, se han hecho a nosotras. Nos les podemos tutear, pero gracias a la ventana, lo podemos compartir.
Felicidades a todas.
Me encantan las tartas.

EL COSMOS DE GOMBROWICZ , ALGUNOS SÍMBOLOS

BOCA DE KATASIA-BOCA DE LENA:
Este símbolo representaría la sexualidad. (Siempre se dice que el órgano genital femenino se parece a una boca). Sin embargo, la atracción que experimenta nuestro Witold parece más una lucha interna que una sensación positiva de placer. Es como si sintiera atracción en la misma medida que repulsión. Lo primero que nos dice de la boca de Katasia es “Me había llamado la atención un extraño defecto de los labios de la mujer, un defecto en medio de un rostro de honesta ama de casa...”(pág. 15, Seix barral). La boca de Katasia tiene un aire reptil, de serpiente. Nos lo dice más adelante. Es curioso que la comparación sea con un animal algo repugnante.
La boca de Lena está “relacionada” con la boca de Katasia (pág.24, Seix Barral). “Y la fría sensualidad de mi marcha hacia Katasia en ese corredor fue retorcida a causa de la accesoria intromisión de Lena”.(pág. 25, Seix barral). La boca de Lena le parece curiosa pero se vuelve en cierto modo repulsiva en “relación” con su esposo.(pág. 28).


GORRION:
El gorrión podría representar la libertad, lo más elevado.
Pero el gorrión está ahorcado. Un animal pequeño, frágil, un cadáver.¿Acaso la conciencia?. Es un símbolo recurrente durante todo el relato. Constantemente, la imagen del cadáver le viene una y otra vez. Ludwick se ahorca. Curioso que sea el único personaje del que no habla de forma despectiva.

GATO:
Podría representar la vida de pareja. También el ocultamiento, la mentira. La hipocresía ante lo sociañ, ya que Witold en ningún momento admite que ha sido él quien ha matado a la mascota de Lena. Procura parecer inocente. Hasta engañarse él mismo y dudar si lo ha matado. En orden al “aire policial” aparente, el asesinato de la criatura provoca en el lector la expectativa de que va a matar a alguien. Algo que finalmente se deshace en la nada.

FLECHA:
La flecha es un descubrimiento de Fucks. Un nuevo camino a la investigación se abre. Una indicación. Por el mecanismo de prolongarla “imaginariamente” se llega al dormitorio de Katasia. Algo subjetivo, una impostación de elementos. Pero el cuarto de Katasia les da un desagradable sorpresa:: es pobre, sucio, desordenado. El mundo de Katasia es un caos. Sin belleza, sólo oscuridad.

MANOS:

Las manos, también obsesionan a Witold. Más que fijarse en los rostros de las personas para esbozarlas, se fija en las manos. Y se cuida mucho de describirnos las suyas. La mesa en la que cenan es un “lugar de manos”. La mano de Ludwic, le inquieta. Le parece erótica-no erótica. La mano del sacerdote, le repulsa. La mano de Leon es vulgar y vieja, hace bolitas con el pann. No dejan de ser masa, sustancia. No hay en sus descripciones refleos de virtudes, sentimientos. Son sumas de manos. Nada más.

martes, noviembre 21, 2006

Era Noviembre


Siempre da miedo abrir la agenda del año anterior, no vaya a ser que los sueños escritos a redondilla, con la pluma verde de aprobar la carrera- verde, como la vela de Palimpsestos- se hayan quedado atrapados en los números del calendario- rojos, como la sangre de Peter Pan-. El uno de noviembre de 2005, escribí la palabra blog con tinta azul de olas de mar y evocaciones a los capitanes de barco, que en busca de la ballena blanca, anotaban en el cuaderno de bitácora ( log-book): el rumbo, la velocidad, las maniobras y los accidentes de la navegación. El día 17 del mismo mes, nuestra bitácora zarpó, con una cita de Lobo Antunes: “Lo difícil no es escribir, sino corregir...”.

En fin, dada las circunstancias, la frase resultó premonitoria. De premoniciones trataba aquel cuento de Adam Haslett que ayudaba a las escritoras a sobrellevar las locuras de Lear y las desgracias de la pobre Cordelia. Críticas Locas se enamoró de Trilce, mientras Peter Pan y Palimpsestos se escabullían de los neologismos del peruano, entre los chocolates y los cuentos de Carver. Menos mal que Palimpsestos escribió un ínter texto de Tres Rosas Amarillas sobre Madame Curie. Comenzamos 2006 con la novela policíaca y la lectura apasionada de A sangre fría, de Truman Capote. Se escribieron relatos con pistolas, chicas de barra y algún muerto que otro. Las escritoras, en la distancia corta, no tuvieron nada que envidiar a Patricia Higsmith.

Luego, mi abuela murió mientras leía El Mirlo, de Cernuda y las escritoras delicadas y silenciosas comenzaron la lectura de las novelas de Faulkner. Los Bundren, los Sutpen, los Compson, les hicieron a ellas más sabías y a mi me ayudaron a mitigar el dolor que todavía tengo, pero esa es otra historia. Críticas Locas nos sorprendió con el estudio de las figuras retóricas de Ulises, de James Joyce y con relatos inspirados en los versos de su amado Vallejo. Llegaron las golondrinas chillonas, los árboles se llenaron de hojas, las escritoras vestían camisetas de manga corta y después de leer La Cena, de Alfonso Reyes y Felicidad Clandestina, de Clarice Lispector, el curso finalizó sin Palimpsestos, que estaba en Bremen. Las escritoras echaban de menos a su compañera mientras bebían naranjada fría con ojos casi llenos de nostalgia. Y así se marcharon, con los borradores de sus relatos y el sol como correlato objetivo.

Atrás quedaban las risas, el oxímoron, los chocolates, la hipálage y la amistad. Pero el blog a pesar de la fatiga del estío recibía noticias de las escritoras: Peter, hablaba de Almas Grises; Palimpsestos, de Murakami y Críticas Locas narraba escenas de verano intercalando sus ya famosas retóricas. Después tuve un accidente, acaso Efímera también fuera una premonición, acaso el accidente sólo fue un sueño que sólo se hace realidad cuando observo la depresión en mi muslo derecho. El instante queda sustraído al tiempo y en ese instante intemporal se divisa la sombra…

Comenzó el nuevo curso y las escritoras, después del Hay-on Way segoviano, regresaron con sus carpetas, folios y proyectos, a los largos atardeceres de otoño. La lluvia azotaba la ciudad y los árboles se pintaron de ocres y rojizos. Lagasca se llenó de besos, risas, piropos y algarabía, que se fue sosegando con la lectura de Cosmos, de Witold Gombrowicz. Ayer, Palimpsestos nos regaló chocolates y Rosa Goetz se incorporó al grupo. Celebramos el primer aniversario del blog con la lectura de un borrador, que sí parecía un relato, y una tarta pintada, a la espera que Peter nos trajera una de verdad de El País de Nunca Jamás .

Lo difícil no fue escribir la palabra en la agenda, sino haber creado, entre todas, un blog temático, dedicado a la literatura – nuestra pasión, nuestro alivio-, sin “yoismos”, pero lleno de claves personales, de secretos susurrados en El Mono Rojo. Enhorabuena escritoras, es una suerte navegar con vosotras.

Primer aniversario

La silla de Peter P. estuvo hoy vacía, anduvimos a vueltas por el Cosmos, cuestión de dar entrada a Rosa, nueva por el Mono Rojo. Te espera Ferdydurke, si, si, querido Peter P. los 2 últimos capítulos son tuyos…
Isabel nos leyó su relato, “Sin nombre” o “sin alma” o un poco de cada… no nos defraudó, ya conoces a Isabel.
Presidía, desde lo alto de la pizarra, una vela de verde rotulador, y es que el blog, nuestro blog, ¡cumple un año!
Mientras, tanto, tu tomabas tarta con tu madre, digna manera de celebrar este primer aniversario. Tu madre hoy dormirá tranquila, y el Mono Rojo te esperará.
No nos faltes el próximo lunes.

lunes, noviembre 20, 2006

Sensación de paz.


Ha sido una cuestión de sangre. No de la sangre roja que se derrama y mancha. Ha sido cuestión de esa otra sangre que corre en el interior de la sangre y que se pone en marcha cuando escuchas a través de un teléfono móvil, una voz débil y preocupada que proviene de quien te ha dado las dos clases de sangre. Es como una especie de silenciosa señal que acompaña el sonido de las palabras de aquellos seres queridos y sanguíneos y que por debajo de ellas, de las palabras, te llega dentro muy dentro. Y no sabiendo cómo ni de qué manera en segundos te provoca un nudo de sangre, de esa sangre que nos corre por el interior de la conocida sangre roja. Este nudo te hace sentir de inmediato reacciones animales, absolutamente instintivas y profundamente primitivas (reacciones que por desgracia hemos aprendido a machacar o bien a desdeñar) que jamás nos dejan y que cuando menos nos lo esperamos atacan. Es esa llamada de los tuyos, de la sangre. Cuando la escuches llegar debes parar y dejar libre tu instinto y escuchar. Escucharte en silencio y dejar que el corazón, por el que pasan todas las sangres, te hable. Si lo escuchas y le sigues das la vuelta y llegas a casa, a la guarida, donde encuentras a alguien preocupado, inquieto. De inmediato se pondrá tieso, incluso tenso y no es raro que lo primero que te diga sea: ¡¡ Pero qué haces aquí hija !! ¡¡ Con la cantidad de trabajo que tienes !!. Tu procuras poner cara de "pues nada, ya ves, que como he salido pronto.... (dejas escapar un suspiro en recuerdo de tu Taller al que sientes en la Cercana Lejanía y recuerdas el "relato en 3ª que te acabas de perder)". Y comienzas a hablar pausado y procuras dulcemente poner en orden una división de pesetas a euros que no sale, origen parece ser de todos los males, insistes pausamente en que uno de los ahora son ciento y un poco más de las de antes y que con su pensión y sus gastos puede tener para hacer frente unas cuantas veces a la restauración de un pendiente (meollo de la cuestión), al que le faltan, vaya por Dios, un par de "simpáticas piedrecillas brillantes", cuya pérdida es relatada con todo lujo de detalles y que pacientemente escuchas. Sin que ella lo note mucho colocas los ceros donde debes y las comas en sus sitio y de pronto ves como el gesto cambia. Procuras hacerle ver que si es capaz de ir dos veces a nadar a la semana (800 mts. cada vez), tener dos días de clase, marchar bastante lejos para atender a los que hace falta atender y organizar un cena para veinte, podría hacer un curso rápido de cálculo o bien ponerle una pilita a la calculadora que tiene en la cocina, al mismo tiempo que comentas que el bizcocho de nata que tienes parte en la boca y parte en los dedos, está superior. Unas risas, más la visita a "Los Chinos" de enfrente a por la pila, acaban por colocar de nuevo orden donde nunca faltó. Con un "es que esto de los euros es un lio" y "mañana hablo con tu hermano y ya me acerco yo a ver a Pedro.." sientes que de nuevo la sangre circula pues el nudo ha desaparecido. Aceptas resignadamente que te has quedado sin Taller pero sientes por un momento un algo parecido a una reconfortante sensación de paz. Tu madre se ha quedado tranquila.

domingo, noviembre 19, 2006

ULISES de James Joyce

Algunas figuras retóricas del capítulo decimotercero:

-Pág.421(Edit. Lumen/Tusquets) : »El atardecer estival había empezado a envolver el mundo en su misterioso abrazo. Allá lejos, al oeste, se ponía el sol, y el último fulgor del , ay, demasiado fugaz día se demoraba amorosamente sobre el sol y la playa, sobre el altivo promontorio del querido y viejo Howth, perenne custodio de las aguas de la bahía, sobre las rocas cubiertas de algas, a lo largo de la orilla de Sandymount,, y, en último, pro no menos importante lugar, sobre la apacible iglesia de donde brotaba a veces, entre la calma, la voz de la plegaria a aquella que en su fulgor es faro sempiterno para el corazón del hombre, sacudido por las tormentas: María, estrella del mar.”
Topografía.
Metáfora.

-Pág.423:”La palidez cérea de su rostro era casi espiritual en su pureza marfileña, aunque su boca de capullo era un auténtico arco de Cupido, de perfección helénica. Sus manos eran de alabastro finamente veteado, con dedos afilados, y tan blancas como podía dejarlas el jugo de limón y la Reina de las lociones, aunque no era cierto que se pusiera guantes de cabritilla para dormir ni que tomara pediluvios de leche.”
Retrato.
Ironía.

-Pág.425:”Gerty iba vestida con sencillez pero con el buen gusto instintivo de una devota de Nuestra señora la Moda”
Antonomasia.
Ironía.

-Pág.426:”Tenía cuatro lindas mudas, con unos bordados de lo más bonito, tres piezas y los camisones además, y cada juego con sus cintas pasadas, de colores diferentes, rosa, azul, pálido, malva y verde guisante, y ella misma los ponía a secar y los metía en añil cuando volvían de lavar y los planchaba y tenía un ladrillo para pones la plancha porque no se fiaba de esas lavanderas que ya había visto ella cómo quemaban las cosas.”
Enumeración.
Anáfora.

-Pág.427:”El sería alto con hombros anchos (siempre habái admirado a los hombres altos para marido) con refulgentes dientes blancos bajo un ancho bigote bien cuidado y se irían al continente de viaje de bodas.”
Prosopografía.

-Pág.431:”A través de la ventana abierta de la iglesia se difundía el fragante incienso y con él los fragantes nombres de aquella que fue concebida sin mancha de pecado original, vaso espiritual, ruega por nosotros, vaso honorable, ruega por nosotros, vaso de devoción insigne, ruega por nosotros, rosa mística.”
Anáfora.
Alusión.
Ironía.

-Pág.438:”Le gustaba leer poesía y cuando Berta Suple le regaló de recuerdo ese delicioso álbum de confesiones de cubiertas rosa coral para que escribiera sus pensamientos, ella lo metió en el cajón de su tocador, aunque no se excedía por el lado del lujo, estaba escrupulosamente limpio y arreglado.”
Epífrasis.

-Pág.445:”Aparece una doncella de seno pensativo.”
Prosopopeya.

-Pág.453:”Esas bestias enormes de vapores transatlánticos tirando adelante en la oscuridad, mugiendo como vacas marinas.”
Símil.
Imagen.

-Pág.455:”Fea y amada, amada para siempre, dicen. Fea: ninguna mujer cree que lo es. Amar, mentir y estar guapa porque mañana moriremos.”
Juego de palabras.

miércoles, noviembre 15, 2006

Cosmos, la trama, y otros pollos


De las definiciones de trama que contempla el diccionario de la RAE, podemos elegir dos. La primera, susurra ecos jamesianos: conjunto de hilos que, cruzados y enlazados con los de la urdimbre, forman una tela. El autor de Otra vuelta de tuerca utilizaba el símil de la tela para explicar cómo se debía escribir una novela. La segunda (cuarta para la RAE) y menos evocativa nos dice: disposición interna, contextura, ligazón entre las partes de un asunto u otra cosa, y en especial el enredo de una obra dramática o novelesca.

Aristóteles, en la Poética, epígrafe XVIII, nos instruía:
“Son propios de toda tragedia tanto el nudo como el desenlace. Lo de fuera y algunas cosas de dentro son muchas veces el nudo, y lo demás el desenlace. Digo que es nudo, la parte desde el principio hasta esa parte que es el extremo a partir del cual se cambia a la felicidad o a la desgracia; y desenlace, la parte desde el comienzo del cambio hasta el final.
Antes, en el epígrafe VIII (30), afirmaba:” Es preciso, entonces, que así como en las demás artes imitativas la imitación única lo es de una sola cosa, también la trama como imitación de una acción, lo sea de una sola y de toda ella y también es preciso componer las partes de los hechos de tal manera que, cambiada o anulada alguna parte, se transforme o modifique el todo. Pues aquello que, estando o no estando no hace nada notable, no es ninguna parte del todo”.

Y antes de irme a almorzar, releo:
“ Bertold Brecht, en sus críticas a la ortodoxia estética estalinista la había calificado indirectamente de aristotélica, porque, en efecto, los principios que exigía Luckács al realismo socialista, el de la unidad formal en la que deberían realizarse las contradicciones de la historia en la obra de arte; el de la unidad orgánica (concebida como trama de sucesos casualmente interrelacionados) así como su concepción del personaje como “ carácter típico”, es decir como héroe positivo “que expresara” el movimiento de las fuerzas sociales combinando la concepción arquetípica del personaje de Aristóteles con el carácter individualizado como tipo del realismo decimonónico para promover, así, la identificación con el héroe, por parte del lector…”.
“Brecht calificó su propia teoría del realismo de anti-aristotélica, lo cual era un modo de atacar a sus adversarios. BB ya no hace de la mimesis sino de la ruptura con este principio su alternativa estética desautomatizadora, experimental pero a la vez comprometidamente social: repudio de la trama interconectada, de la unidad y universalidad de la acción…”.

Adios, que se me enfría el pollo.




domingo, noviembre 05, 2006

Los seres del cosmos


Witold Gombrowicz. Cosmos.
Los seres del cosmos

Una, en este caso yo, nunca había tenido entre las manos algo que con forma de libro y contenido de letras se alejara tanto de lo que el común de los mortales entiende por libro, en cuanto a forma, y relato, en lo que se refiere a contenido. Cierto es que había tenido entre las manos y leído libros que contaban historias que empezando en este nuestro mundo de pronto rasgaban nuestra realidad y saltaban hacia otras coordenadas jugando con el tiempo al saltar hacía atrás para luego regresar o bien se aventuraban en un futuro, que al ser eso futuro permite imaginar todo lo que lo que se quiera y no había más frontera o límite que el respeto a las formas y modos de contarlo, de narrarlo, de escribir vaya. Me he encontrado con personajes sinuosos y complicados, personajes de que se desdoblan, que tienen dos caras y porqué no tres o más que más da. Seres humanos a fin de cuentas que el autor hacia correr o deslizarse a través de un argumento, el argumento del autor y que en la voz del narrador cobraban vida entorno a una historia, a un argumento. El argumento es quizá, al menos para mí, ese pequeño hilo que brilla lo justo para ser una pequeña ayuda, nos hace más fácil seguir, continuar, leer.

He leído Cosmos, he leído a Gombrowicz y dejo para otra ocasión la percepción que el libro, insisto “el libro” me ha causado. Aún no sé que tengo, voy acabando la segunda lectura, entre las manos. Aún no sé que es esto que con forma de libro y lleno de letras me ocupa desde hace unos cuantos días. Cuando lo sepa, que lo sabré, lo contaré.

Lo que sí es cierto es que tras una segunda vuelta, cuando te repones de las sorpresas que vas encontrando en cada página y te sobrepones a la pérdida total de coordenadas, dejando de buscarlas, para sencillamente seguir la lectura, pues tras esta segundo vuelta de repente y sin que sepas muy bien por qué tienes, o por lo menos yo le he tenido, una extraña revelación que hace que encuentres, o por lo menos yo he encontrado, un cabo al que aferrarme para no ahogarme en medio del mar de palabras, del torrente de líneas de escritura que llena “el libro”. Encuentras al escritor, es decir a la persona que con oficio y conocimiento escribe. El escritor/autor/narrador se esconde y no lo pone fácil, imagino que deliberadamente, pero ahí está. Emerge en “el libro” sin avisar, estalla y luego desaparece durante largas y largas hojas para de repente volver a surgir con fuerza y plenitud. El escritor que “el libro” esconde navega subterráneamente y como si una corriente de agua se tratase revienta la superficie de la tierra/relato y aparece majestuoso por unos segundos y después la tierra/relato se lo traga y desaparece en el interior. Y ahí nos quedamos de nuevo en medio de no sabemos muy bien donde, pero ahora sabemos que el escritor existe y esta certeza que yo encontré (siempre supe que existía, pero tenía que encontrarla) que imagino todas hemos encontrado, en mi caso me ha ayudado a volver a “el libro” y descubrir zonas ocultas y sensaciones que en la primera lectura no supe encontrar.

Bueno paso ya mismo, que yo también me pierdo, a los protagonistas de “el libro”. Hablemos pues de los seres humanos que pueblan “El Cosmos de Gombrowicz”.

Bolita y León. De las parejas que pueblan el relato Bolita y León es la de más edad. Treinta y siete años de vida matrimonial llevan ambos a sus espaldas. León es un ex director de un banco “calvo de cabeza acantarada y con gafas, gemelos de oro y anillo”. Personaje que utiliza un curioso lenguaje o forma de hablar durante todo el relato. Yo creo que León utiliza su peculiar manera de expresarse a modo de pared tras de la cual se refugia. Personaje que encierra un secreto. “Berg”. Hombre parlanchín y en tiempos incapaz de hacer frente a su aristocrática familia y defender a su compañera, a su esposa “Bolita” personaje trabajador, de posición social inferior a la de su marido, pero mujer emprendedora y trabajadora, respetuosa con todos y con ganas de agradar. “Regordeta, brazo graso, parlanchina y de gusto grande”. El narrador/protagonista no es muy generoso con ella (el narrador/protagonista no lo es con ninguna de las mujeres del relato) ya que al acabar de leer la página 76 “tras la oreja tenía algo parecido a un grano endurecido, después comenzaba el bosque, la cabellera, al principio dos, tres pelos, después el bosque es eso, los cabellos negricanos, rizados, hisurtos, una caída, de pronto la piel del cuello muy delicada, blanca, e inmediatamente después, una grieta hecha como por una uña y sin sitio rojizo, como una mancha sobre el brazo, al borde de la blusa empezaba la vejez, lo gastado, lo que se pudría bajo la blusa y que ahí, bajo esa blusa se alargaba en busca de otros granos, de otras aventuras”. La vejez, lo gastado, es complicado después de leer no sentir el olor a la vejez a todo aquello que rodea a Bolita y no pensar que León anda como perdido por otro mundo. Es listo este narrador/protagonista, consigue mediante un poderoso campo semántico lleno de “pequeñas y constantes” referencias a su pobre físico, a sus gafas, a sus modos y con el uso de ese lenguaje muy cercano a lo cretino que utiliza, insisto consigue llevar a León al borde del ridículo cuando es el único personaje que se “enfrenta” en cierto modo al narrador/protagonista. No perdamos de vista que durante toda la obra le llama “señoritín”.

Los Lulos. Lula y Lulo. Personajes de aparición tardía (cap. IV). Es otra de las parejas que componen el mosaico de Cosmos. El narrador/protagonista es de nuevo implacable con ellos. Esta es otra característica suya: trata a todos sus personajes que con “pizca grosera” de desprecio, pues de una manera muy sutil nos hace creer que él está por encima de todos y cada uno de ellos. Con esta pareja es implacable nada más aparecer en el relato. Todo un campo semántico repleto de diminutivos, que se repiten y repiten hasta llevarnos a sentir que los Lulos son unos auténticos lelos. Empecemos por repetir unas cuantas veces “lulos” y ya tenemos dos tercios del camino hecho para llegar a pensar que con “lelos”. Unamos sombrillita, pañuelito, naricita respingada, sombrerito tirolés, manitas regordetas ... . Ella, Lula: robusta y sonrosada, con mejillitas y deditos planos, tenía una bolsita, un pañuelito ... ¿hace falta seguir?. El, Lulo: gordinflón y blandengue, manitas regordetas, caderas redondeadas y pantalones de golf ... . La importancia que el narrador/protagonista concede a estos personajes la tenemos de inmediato: “su conversación se unía con la ilusoria desaparación de las cosas a medida que corrían los caballos, el acto de alejamiento, el que descomponía el paisaje en círculos concéntricos que giraban con mayor o menor velocidad”. Indicar que este aluvión de información está contenida en exclusivamente dos medias páginas (124 y 125). Precisión absoluta en esta descripción de esta pareja de “sosos tórtolos enamorados”.

Capitán Tolek y Jadziucha. Es la última pareja en aparecer. Un capitán y su esposa. De inmediato (Pág. 139) “Al esposo le llamaban Tolek, o bien, señor capitán, o nuestro capitancito”. Sencillamente demoledor. Y en lo referente a ella lo primero que nos dice es: “No era fea, aunque su cuerpo era ligeramente tedioso o, qué sé yo, monótono, a pesar de tener “todo en su sitio”. Se le enchinaba a uno la piel ante el solo pensamiento de acariciarle la nuca... se podía intuir que sus manos, sus piernas, su nariz, las orejas únicamente le servían, eran órganos y nada más”. Órganos y nada más, calificar esta descripción de cruel se me queda corto. Unamos esas referencias continúas a su olor, a ese olor especial de esta mujer, referencias que unidas a las constantes referencias "del agua" lanzadas por los Lulos nos llevan a sentir que ella, Jadziucha huele mal, francamente mal. El narrador/protagonista sigue siendo, otra vez, aparentemente más generoso con los hombres. Al capitán le atribuye el ser “un hombre hecho a propósito para los besos con aquellos labios rojos bajo el bigote fino” pero rápidamente nos vuelve a mandar información que siembra dudas acerca del amor que aparentemente se profesan: “ella era hija de un rico comerciante, ji, ji, ji,”. Información sobre ellos encontramos en las páginas 139, 140 y 141. No obstante nos basta leer una sola línea para sentir, siempre de la mano del narrador/protagonista, una nueva descarga: "El capitán Tolek rodeaba a Jadziucha de atenciones cariñosas ¿cómo te sientes...?, ¿estás cansada...? Se esforzaba por estar a la altura del embeleso de ella, respondiendo a su amor con amor. No obstante, había en todo eso en elemento de martirio y ...". Amor/martirio curiosa pareja de palabras.

Hombre y mujer. Es la pareja-no-pareja dentro del libro. Es curioso que la misma esté formada por un hombre-sacerdote y una mujer-criada y el narrador/protagonista decida cargar sobre ellos los elementos más sexuales del relato. Ocultos y viscosos en él: esas manos, esos ojos enrojecidos, ese pelo sudoroso, esos dedos que no sabemos que han tocado ... En ella es todo más explicito: enroscamientos, labios, reptiles y ese asalto a su cuarto que no deja de ser una especie de alegoría de una violación. Es una violación de facto. Han penetrado el espacio íntimo de una persona, entran en su habitación sin su consentimiento.

Un hombre. El sacerdote. Personaje tardío nos llega en el Cáp. VI. Genial presentación. “En sotana. Sentado en una piedra, al lado del camino. ¿Un sacerdote en sotana sentado en una piedra en medio de las montañas?. Me acordé de la tetera, porque aquel sacerdote era el equivalente a la tetera de allá. También su sotana era un exceso.”. Comparar la aparición del sacerdote con sotana a la aparición de la tetera en la habitación de Lena, es un recurso genial. Nos lleva de inmediato a no entender, nos hace mirar al sacerdote con recelo. Su descripción la podemos encontrar en la página 130 y no nos tranquiliza nada. “Desde hacía siglos un porcentaje de hombres se separa del resto por medio de la sotana, convirtiéndose en siervos al servicio de Dios ... funcionarios celestes”. “Funcionarios celestes” ... nos lleva al brillo, a la pompa, a esa imagen pulcra de sacerdote de impecable aspecto y al momento contrapone la sombra “huésped negro” así lo define. Genial contraposición funcionario celeste/huesped negro. Maravilloso. Y a continuación no se anda por las ramas “aquello me desagradó”, nos dice el narrador/protagonista y ya no deja de sembrar en nuestra mente dudas ¿qué hacía por allí? ¿Cómo se había podido perder? Y cómo no podría ser de otro modo nos remite a sus manos. Y a sus dedos “gordos dedazos”, “dedos gordos” y deja ahí ... “¿qué cosas habrían hecho con aquellos dedazos?”. Es un personaje que me ha hecho sentir viscosidad en mis manos al pensar tocar las suyas.

Una mujer. Katasia. Mujer madura y cuarentona que parecía encargarse de la casa; era regordeta, tenía grandes pechos. Katasia la mujer del relato. El personaje femenino dotado de mayor sensualidad, pero como ya he comentado, este narrador/personaje nos es muy amigo de las mujeres, con lo cual castiga a Katasia con una tara física, origen es cierto de la atracción que siente hacia ella (“tenía una frialdad reptiloide, batrácica, que a mí me encendió e hizo arder de inmediato, pues era el oscuro pasadizo que conducía hacia un pecado carnal, gelatinoso y viscoso”(Pág. 15), pero tara a fin de cuentas. Con lo cual hace que sintamos que su atracción hacia ella tenga un toque “raro”, quizá perverso. Es un personaje violado, violan su intimidad, pues sin conocimiento de ella penetran en su cuarto. Y como muy bien se indica en la narración “Yo violaba aquello lentamente. La mancha de luz –que se desplazaba, que saltaba- se detenía a veces sobre algo, como meditabunda, para enseguida volver a buscar, a curiosear, a husmear, a moverse con torpeza buscando algo sucio” (Pág. 80). Sorpresa de los violadores al descubrir que Katasia es un ser normal y que ese labio “es producto de un accidente. Por momentos la ceremonia se detiene y todo vuelve al orden”, el mismo lo reconoce (Pág. 81), pero ellos son seres superiores y Katasia es sólo una criada, dicho lo cual prosiguen su inspección “con sonrisa lujuriosa de burdel” “vengándose a fuerza de lujuria debido a que ella había dejado de ser lujuriosa”. La ceremonia pues continúa .. medias sucias, algodones, sus anaqueles, sus cortinas ... Husmear ... En medio de una especie de borrachera se intenta por parte del narrador/protagonista aunar con su peculiar estilo unos hallazgos “lima .. plumilla ... aguja”. “Y nada más ... nada ... seguíamos buscando, pero la búsqueda se había agotado, en la bochornosa bóveda de aquel cuarto se efectuaba una descomposición .. finalmente la linterna (linterna: es un objeto que penetra la oscuridad con su luz) se detuvo .. ¿Qué más...? Habíamos terminado. Fuks abrió la puerta y nos apresuramos a salir.”. Creo que es el personaje femenino más carnal de los que aparecen en el libro.


De la manera que tiene el narrador/protagonista se deduce, que es cruel con las mujeres, que trata a sus personajes no se salva casi ninguno (insisto en lo de casi, ya contaré el porque del “casi) de su desprecio. Yo diría que es cruel. Y diría que al contarnos todo lo que él quiere contarnos a cerca de los demás nos estaría hablando en cierta manera de ÉL.

Soy consciente que quedan Fuks y el narrador/protagonista, curiosa pareja de hombres y la pareja de Lena y Ludwik que prometo “colgar” esta vez espero desde casa.
Nos veremos, espero el 13.

sábado, noviembre 04, 2006

COSMOS Sartre-Gombrowicz

Con estas observaciones no deseo supeditar una autor a otro. Sartre no sólo era filósofo, de sobra es conocida su valía como dramaturgo. Lo cierto, casi es obvio, que se le considera máximo exponente del existencialismo. Pero leer Cosmos no es sólo descubrir una narración singular de un autor singular. Descubrir el halo de surrealismo de Gombrowicz mezclado con la crítica social y la ironía, merece que nos detengamos un momento.
Dicen que la Literatura y la Filosofía no siempre han logrado una amistad bien avenida. Tal vez porque cada filósofo ha escudriñado en la búsqueda de la realidad única. Ha analizado seres y estares, dioses y problemas. O tal vez porque para la Literatura, sencillamente hay tantas realidades como seres (no se pueden olvidar casos como Platero); todas realidades algo más que valiosas, todas verdaderas. Seis mil millones de realidades como mínimo.
Para Platón, hombre significaba el “remirado”, “el que mira lo que una vez vio”. Para campos como el de la filología esa definición hoy por hoy es inaceptable; pero a la Literatura no le preocupa demasiado, hay muchas realidades. Por eso, estos comentarios sobre la obra Cosmos y algunas de Sartre, tienen como objetivo el simple enriquecimiento con el contraste.
Hacia 1945 se publica “El existencialismo es un humanismo”. La trascripción de una conferencia dada por Sartre ese año. En ella clasifica dos clases de existencialismo. El que tiende a la cristiandad (Marcel o Jaspers) y el que se dirige al ateísmo, en el que se incluye él mismo junto a Heidegger. Para ambas corrientes la existencia precede a la esencia. El ser humano analiza su realidad a partir de la subjetividad. Pero para Sartre los valores eternos atribuidos a Dios y sus leyes ¿De dónde surgen?. El hombre no es otra cosa que lo que él se hace. Surge en el mundo, empieza siendo nada. Luego se encuentra y se define: “El existencialismo al que yo pertenezco declara que si Dios no existe, hay por lo menos un ser en el que la existencia precede a la esencia, un ser que existe antes de poder ser definido por ningún concepto.”- (Pág.30)
Por lo tanto la naturaleza humana, no existe como tal. “El hombre es ante todo un proyecto que se vive subjetivamente...Recae sobre él la responsabilidad total de su existencia.”-(Págs.32 y 33). Y yo me pregunto ¿ Dónde hubiera clasificado a Gombrowicz ?.
Después de haber releído “La Nausea” también, descubro que para el protagonista (Señor Antoine Ronquetin) “cuando uno vive, no sucede nada. Los decorados cambian, la gente entra y sale, eso es todo. No hay comienzos. Los días se añaden a los días sin ton ni son, en una suma interminable y monótona.”(Pág.72, Edit. Losada). Si pensamos en nuestro Witold, que nos describe el mundo (Cosmos) con frases tales como “Casas, cercas de madera, campos, bosques” (Päg.11, Seix Barral) o “Pensaba que cuando se viaja las cosas carecen de importancia, aun el paisaje no tiene importancia, lo único que cuenta es ese aparecer y desaparecer. Un árbol, un campo, otro árbol. Todo pasa.” (Pág.123, Seix Barral); vemos que hay muchas semejanzas en la impresión de la realidad para ambos.
Pero el protagonista de Cosmos llega a expresar que “Me había vuelto tan hábil para interpretar la naturaleza que a mi pesar indagaba, buscaba, escudriñaba, como si realmente hubiera algo que interpretar, me lanzaba a buscar combinaciones siempre nuevas que nuestra diminuta calesa extraía del seno de las montañas, despertadas por nuestro bullicio. Pero de todo aquello no resultaba nada. Nada y nada.”(Päg. 128, Seix Barral). Y este último párrafo no deja de mostrarnos a un ser inconformista. Quizá sea mucho decir que optimista, pero no es descabellado decir que no se conforma. Para Witold (Personaje), la realidad del hombre es que está en un mundo caótico. Puede que a pesar del constante esfuerzo por relacionar las cosas, distinguirlas del propio ser, sea inútil. Poder objetivar, separar los objetos de uno mismo, es una lucha. Sin embargo, el héroe de Gombrowicz es en cierta manera incansable. Su búsqueda no tiene sentido pero no se convierte en una angustia. Aunque están inconexas, para Witold, el mundo es una fuente constante de realidades y, de cosas “relacionadas” con otras cosas. Llevando Gombrowizc la escenificación de sus ideas al límite: Desde plantear un “yo en espiral” hasta la ruptura entre forma (Inspiración policial) y contenido.

Quizá no sea casual que “La Nausea” sea el diario de Antoine. Cosmos, nos suena a diario también ¿verdad?. Witold nos está contando sus pensamientos más íntimos. No deja de sentirse confundido por la “identidad” de las cosas y los seres. Cosas y seres se mezclan, bocas relacionándose con bocas, manos sobre los manteles. Eróticas-no eróticas. Sin esencialidad que las distinga. Para Antoine en La Nausea, “Las manos ponen manchas blancas en el tapete, parecen infladas y polvorientas. Siguen cayendo cartas, las manos van y vienen. Qué ocupación absurda: no parece un juego, ni un rito, ni una costumbre.”(Pág. 43,Losada). Sólo que Antoine después de sentir eso, siente miedo. Le aterra volver a la niebla de su habitación, no deja de repetirse que está solo. Las cosas se adhieren a Witold también, constantemente. Pero parece sonreírnos con cierta sutileza feroz y nos comunica que va a “ investigar”.
Witold en un momento de reflexión nos dice que “la nueva casa, no tenía existencia propia; existía únicamente en razón de no ser la otra casa.”(Pág.137, Seix Barral). Todo su mundo está excedido por el caos y la conciencia no pasa por ser instrumento que pueda distinguir esencialidades. Tampoco lo era para Sartre, sino más bien “la permanente infracción del principio de identidad, ahuecamiento del ser. Un ser sumamente extraño, que para saber lo que es, tiene que ser otra cosa.” (El ser y la Nada: Ensayo de Ontología Fenomenológica, Alianza Losada).
El papel que juega la conciencia para descubrir el mundo es tan inane como lo es el de la religión. De hecho, en los dos últimos capítulos de Cosmos, sólo hay un ligero miedo a la consecuencia del pecado:”El pecado. La condenación. La sotana. El paraíso y el infierno. Ite misa est. El pecado. La virtud.”(Pág. 215, Seix Baral) pero Witold le da tan poca importancia que ni siquiera nos dice el nombre del sacerdote que les está acompañando en la excursión a las montañas. Las manos del cura, nos las ha descrito antes, (sembrando campo semántico) dando al lector una sensación de repulsa. De la misma forma, en La Nausea se expresa:”-No he disputado- respondió M. de Rollebon.- Le he hecho temer el infierno.”(Pág. 35, Losada).
Ambos autores son coetáneos. Sufren el acontecimiento más desastroso del siglo veinte, la Segunda Guerra Mundial.
Mientras Sartre vira al análisis de la realidad como problema, a cierto pesimismo. Gombrowizc se acoge al surrealismo como forma de expresión. Tal vez porque la experiencia de su vida estuvo llena de hechos así; como viajar a Buenos Aires por tres semanas, y tras el estallido de la Guerra, quedarse veinticuatro años. Elige la forma de expresión donde la conciencia no se sitúa como filtro para la creatividad. En su mundo tampoco hay dioses que le protejan y le prometan vida eterna. Pero hace del caos un inmenso mar de elecciones, por absurdas que sean. No hay que olvidar que a diferencia de la vida acomodada de otros autores (no es un reproche sino una puntualización), él vivió en la indigencia todos esos años. Por eso el sentido del humor con el que nos muestra su Cosmos, hace que para mi sea valioso. Muy valioso.

Hasta el lunes, compañeras.

EL SEÑOR LINH

El relato “La nieta del señor Linh” me ha regalado una tarde preciosa. Una narración de pasmosa sencillez que habla de sentimientos muy complicados. El nacimiento de una amistad, casi una redención, que mitiga el dolor. ¿Qué más puedo pedir? Gracias por la sugerencia Peter Pan. ¡Ah! Y por los ánimos para la clase de conocimientos.

viernes, noviembre 03, 2006

Más Murakami

Comparto con vosotras la sección “La Papelera” de “El Cultural” del 2 de noviembre 2006, en donde a propósito de la edición de “Kafka en la orilla” de Haruki Murakami, autor que descubrí este verano, lo confieso, con “Tokio Blues-Norwedgian wood”, autor que aprecié de inmediato; me resultó familiar, cercano a Carver, con la salvedad oriental, luego supe que fue el traductor de Carver al japonés; lectura que recomiendo:

“El éxito en Occidente de su novela Tokio blues se ve que ha trastocado a Haruki Murakami, el escritor japonés tan leído en Europa y USA como desconocido en su Japón natal. El éxito inesperado a muchos los vuelve muy raritos, sí, y no quieren ni oír hablar de sus lectores. Manías de artista. Lo que importa es que Tusquets publica en España dentro de unos días su última novela, Kafka en la Orilla, y a juicio de la crítica literaria anglosajona se trata de una de las novelas del año, esta vez de verdad, una obra ágil y onírica que lleva el sello del personalísimo estilo de su autor y en la que se abordan dos historias: la de un chico que huye de su casa paterna por culpa de una profecía edípica y la de un viejo que después de la II Guerra Mundial quedó incapacitado y que sólo puede comunicarse con los gatos. Ya lo estoy esperando.” ...yo también! dice Palimp