Dulces orientales para la fiesta de cumpleaños
Tres cosas
Tres cosas no pueden recuperarse:
La flecha que ha partido del arco.
La palabra dicha irreflexivamente.
La oportunidad perdida.
(Ali el León, Califa del Islam. Yerno del Profeta Mohammed)
Los cuatro hombres y el intérprete (*)
Esta alegoría de Rumi se ha usado desde el silo XIII para ilustrar tanto los diferentes “lenguajes” de los hombres que quieren la misma cosa y piensan que es diferente, como los “cuatro hombres” que se dice luchan en e interior del corazón de cada individuo.
Se les dio una moneda a cuatro personas.
El primero era persa, y dijo: “Con esto compraré angur”.
El segundo era árabe, y dijo: “No, porque lo que yo quiero es inab”.
El tercero era turco, y dijo: “Yo no quiero inab, lo que quiero es uzüm”.
El cuarto era griego, y dijo: “Yo quiero stafil”.
Ya que no sabían lo que yacía detrás de los nombres de las cosas, estas cuatro personas comenzaron a pelear entre sí. Tenían información, pero carecían de conocimiento.
Si un sabio hubiese estado presente, podría haberlos reconciliado diciendo: “Puedo satisfacer las necesidades de todos vosotros con esa única moneda. Si confiáis en mí. Vuestra única moneda se convertirá en cuatro y cuatro personas en disputa se unificarán como si se tratase de una sola”.
Tal sabio sabría que cada uno, en su propio lenguaje, anhelaban lo mismo: uvas.
Cada uno vuela con su propia especie:paloma con paloma, halcón con halcón.
Primero asegúrate
Nasrudín pasaba a través de un bosque cuando vio a Selim, otro aldeano, yaciendo en un claro. Un león lo había atacado y se había llevado su cabeza.
Con aire preocupado, el Mulla regresó al pueblo.
Cuando pasaba por delante de la puerta de la casa de Selim, la esposa de éste le llamó:
- Nasrudín, hace tiempo que no he visto a mi esposo. ¿Supones que está bien?.
- Eso depende, señora –respondió Nasrudin-, de si salió de casa con su cabeza puesta o sin ella.
Tres cosas no pueden recuperarse:
La flecha que ha partido del arco.
La palabra dicha irreflexivamente.
La oportunidad perdida.
(Ali el León, Califa del Islam. Yerno del Profeta Mohammed)
Los cuatro hombres y el intérprete (*)
Esta alegoría de Rumi se ha usado desde el silo XIII para ilustrar tanto los diferentes “lenguajes” de los hombres que quieren la misma cosa y piensan que es diferente, como los “cuatro hombres” que se dice luchan en e interior del corazón de cada individuo.
Se les dio una moneda a cuatro personas.
El primero era persa, y dijo: “Con esto compraré angur”.
El segundo era árabe, y dijo: “No, porque lo que yo quiero es inab”.
El tercero era turco, y dijo: “Yo no quiero inab, lo que quiero es uzüm”.
El cuarto era griego, y dijo: “Yo quiero stafil”.
Ya que no sabían lo que yacía detrás de los nombres de las cosas, estas cuatro personas comenzaron a pelear entre sí. Tenían información, pero carecían de conocimiento.
Si un sabio hubiese estado presente, podría haberlos reconciliado diciendo: “Puedo satisfacer las necesidades de todos vosotros con esa única moneda. Si confiáis en mí. Vuestra única moneda se convertirá en cuatro y cuatro personas en disputa se unificarán como si se tratase de una sola”.
Tal sabio sabría que cada uno, en su propio lenguaje, anhelaban lo mismo: uvas.
Cada uno vuela con su propia especie:paloma con paloma, halcón con halcón.
Primero asegúrate
Nasrudín pasaba a través de un bosque cuando vio a Selim, otro aldeano, yaciendo en un claro. Un león lo había atacado y se había llevado su cabeza.
Con aire preocupado, el Mulla regresó al pueblo.
Cuando pasaba por delante de la puerta de la casa de Selim, la esposa de éste le llamó:
- Nasrudín, hace tiempo que no he visto a mi esposo. ¿Supones que está bien?.
- Eso depende, señora –respondió Nasrudin-, de si salió de casa con su cabeza puesta o sin ella.
1 Comments:
los dulces orientales han sido una rareza maravillosa. Gracias por lo del relato. Si te animas mandame por mail el tuyo. Os echo de menooooos!.
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