martes, noviembre 21, 2006

Era Noviembre


Siempre da miedo abrir la agenda del año anterior, no vaya a ser que los sueños escritos a redondilla, con la pluma verde de aprobar la carrera- verde, como la vela de Palimpsestos- se hayan quedado atrapados en los números del calendario- rojos, como la sangre de Peter Pan-. El uno de noviembre de 2005, escribí la palabra blog con tinta azul de olas de mar y evocaciones a los capitanes de barco, que en busca de la ballena blanca, anotaban en el cuaderno de bitácora ( log-book): el rumbo, la velocidad, las maniobras y los accidentes de la navegación. El día 17 del mismo mes, nuestra bitácora zarpó, con una cita de Lobo Antunes: “Lo difícil no es escribir, sino corregir...”.

En fin, dada las circunstancias, la frase resultó premonitoria. De premoniciones trataba aquel cuento de Adam Haslett que ayudaba a las escritoras a sobrellevar las locuras de Lear y las desgracias de la pobre Cordelia. Críticas Locas se enamoró de Trilce, mientras Peter Pan y Palimpsestos se escabullían de los neologismos del peruano, entre los chocolates y los cuentos de Carver. Menos mal que Palimpsestos escribió un ínter texto de Tres Rosas Amarillas sobre Madame Curie. Comenzamos 2006 con la novela policíaca y la lectura apasionada de A sangre fría, de Truman Capote. Se escribieron relatos con pistolas, chicas de barra y algún muerto que otro. Las escritoras, en la distancia corta, no tuvieron nada que envidiar a Patricia Higsmith.

Luego, mi abuela murió mientras leía El Mirlo, de Cernuda y las escritoras delicadas y silenciosas comenzaron la lectura de las novelas de Faulkner. Los Bundren, los Sutpen, los Compson, les hicieron a ellas más sabías y a mi me ayudaron a mitigar el dolor que todavía tengo, pero esa es otra historia. Críticas Locas nos sorprendió con el estudio de las figuras retóricas de Ulises, de James Joyce y con relatos inspirados en los versos de su amado Vallejo. Llegaron las golondrinas chillonas, los árboles se llenaron de hojas, las escritoras vestían camisetas de manga corta y después de leer La Cena, de Alfonso Reyes y Felicidad Clandestina, de Clarice Lispector, el curso finalizó sin Palimpsestos, que estaba en Bremen. Las escritoras echaban de menos a su compañera mientras bebían naranjada fría con ojos casi llenos de nostalgia. Y así se marcharon, con los borradores de sus relatos y el sol como correlato objetivo.

Atrás quedaban las risas, el oxímoron, los chocolates, la hipálage y la amistad. Pero el blog a pesar de la fatiga del estío recibía noticias de las escritoras: Peter, hablaba de Almas Grises; Palimpsestos, de Murakami y Críticas Locas narraba escenas de verano intercalando sus ya famosas retóricas. Después tuve un accidente, acaso Efímera también fuera una premonición, acaso el accidente sólo fue un sueño que sólo se hace realidad cuando observo la depresión en mi muslo derecho. El instante queda sustraído al tiempo y en ese instante intemporal se divisa la sombra…

Comenzó el nuevo curso y las escritoras, después del Hay-on Way segoviano, regresaron con sus carpetas, folios y proyectos, a los largos atardeceres de otoño. La lluvia azotaba la ciudad y los árboles se pintaron de ocres y rojizos. Lagasca se llenó de besos, risas, piropos y algarabía, que se fue sosegando con la lectura de Cosmos, de Witold Gombrowicz. Ayer, Palimpsestos nos regaló chocolates y Rosa Goetz se incorporó al grupo. Celebramos el primer aniversario del blog con la lectura de un borrador, que sí parecía un relato, y una tarta pintada, a la espera que Peter nos trajera una de verdad de El País de Nunca Jamás .

Lo difícil no fue escribir la palabra en la agenda, sino haber creado, entre todas, un blog temático, dedicado a la literatura – nuestra pasión, nuestro alivio-, sin “yoismos”, pero lleno de claves personales, de secretos susurrados en El Mono Rojo. Enhorabuena escritoras, es una suerte navegar con vosotras.

1 Comments:

Blogger Efímera said...

Rosa, se apellida Goetsh no Goetz.Pido disculpas.
Por cierto, la celebración del primer aniversario merece vuestras impresiones sobre el blog. Ánimo.

4:39 p. m.  

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