martes, noviembre 08, 2011

La Tía Julia y El Escribidor



Todas estas implicaciones profundas no impiden que la historia matrimonial sea una aventura romántica con todos los buenos ingredientes del melodrama y la parafernalia del romance prohibido: escenas tiernas, peleas, reconciliaciones,llantos,celos, citas secretas, desafíos, complices y confidentes,amgos providenciales, una fuga azarosa, un rapto triunfal,un alejaminto temporal y un reencuentro feliz, tras el cual se inicia una vida en común que dura ocho años, que el narrador resume en una sola página del capítulo final; su historia no es su vida matrimonial, sino su "desafio" matrimonial, la parte excitante del episodio.El asunto está narrado con un notable equilibrio entre la objetividad más detallada y el tono íntimo entre una frialdad implacableen el registro de circunstancias precisas y la indudable emoción (y aun pasión) que la imagen de Julia evoca.Eso basta para convertirla en uno de los personajes femeninos de mayor interés en la galeria del escritor-lo que vuelve a plantear el dilema entre lo real y lo imaginario que recorre todo este libro.Intensa, consistente, real en sus transiciones de dulzura e ironia, Julia es una figura humana en la que creemos sin dificultad y con quien simpatizamos, pese a que ella tendría que darse cuenta de que su aventura no tiene salida.Esa dimensión del fracaso asuida como parte del juego riesgoso que se llama vida, es algo que le da grandeza al personaje(y auténtico interés al relato), y le otorga una cierta aureola de heroína trágica; tras ocho años de matrimonio, ella vuelve a quedarse sola, pero él ya se ha realizado"gracias a mi obstinación y a su ayuda y entusiasmo"(p.429).Esta novela es, a la vez, el testimonio de que ese escritor es un poco hechura suya, y el homenaje tardío y maduro que recibe de ese adolescente que él fue...


PS. En esta foto Julia Urquidi Illanes se parece a Fanny Ardant(The woman next door), ¿verdad?

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martes, noviembre 01, 2011

La Tía Julia y El Escribidor




...Y se refiere a la diferencia de edad entre ambos "lo justo para que pudieras ser mi hijo"(p.110).Pero hay más todavía; el plan matrimonial se vincula constantemente(como en el primer pasaje citado) con la imagen clásica de una vida consagrada por entero a la literatura en la hipotética buhardilla parisina:"Le conté ( a Julia) toda mi vida, no la pasada sino la que tendría en el futuro, cuando viviera en París y fuera escritor.Le dije que quería escribir desde que había leído por primera vez a Alejandro Dumas, y que desde entonces soñaba con viajar a Francia y vivir en una buhardilla, en el barrio de los artistas entregado totalmente a la literatura, la cosa más formidable del mundo"(pp.108-109).Ese proyecto exige sacrificios y condiciones especiales, uno de los cuales parece facilitado por la esterilidad de Julia: " Si alguna vez me caso , yo nunca tendría hijos-le advertí-, los hijos y la literatura son icompatibles"(p.110).La esterilidad biológica es, paradójicamente, la garantía de la fecundidad creadora, lo que hace más comprensible la extraña pasión que los une: él mismo será el hijo imposible para Julia y a la vez el "padre" de las obras literarias que se promete realizar a su lado...

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lunes, octubre 24, 2011

La Tía Julia y El Escribior

"(...) La aventura matrimonal es una locura destinada al fracaso porque escapa a todas las normas convencionales; él es un muchacho de 18 años, estudiante sin trabajo que le permita sostener una familia, con una idea un poco romántica de su propio futuro; ella es una mujer de 32 años, de origen boliviano, divorciada, imposibilitada de tener hijos y, además,pariente política de sus familiares inmediatos.En un solo movimiento, el protagonista quiere hacer dos cosas contradictorias:apartarse del lazo familiar y someterse a él, esta vez por libre elección matrimonial; es decir, quiere formar su propia familia, independizándose, pero hurtando a un miembro de la misma, pues Julia "era hermana de la mujer de mi tío Lucho"(p.16).El desigual matrimonio y sus entretelones se han convertido en tema de novela no meramente por un afán exibicionista o provocador, sino porque ese episodio forma parte de su historia intelectual y de su repertorio de obsesiones más arraigadas; es un gesto de rebeldía total, la marca de fuego que señala el comienzo de la madurez , una opción irrevocable y apasionada.Como la literatura, este matrimonio es una ruptura y quizás una disidencia radical; se podría ir más lejos, hacer el psiconalisis al que esta novela invita y anotar que, al casarse, el joven protagonista ofende las leyes de la costrumbre, que prescribe ciertas edades recomendables,ciertos ritos, ciertas previsiones razonables.Que "la tía Julia" no sea de su familia, pero sí " de la familia" no es el único motivo por el cual el matrimonio también se coloca en el margen mismo de la ley que prohíbe el incesto : es evidente que esa tía-mujer funciona simbólicamente, en un papel de madre, la madre distante y difícil que el Vargas Llosa de este relato buscó también bajo la máscara de ciertos personajes de novelas anteriores.


La misma Julia no deja de darse cuenta de eso:"Te parezco tu mamá y por eso te provoca hacerme confidencias...Asi que el hijo de Dorita resultó bohemio, vaya, vaya.Lo malo es que te vas a morir de hambre, hijito"(p.110)."




Hispaniola, ¿ y tú qué opinas? ¿has desempolvado el libro?




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jueves, octubre 06, 2011

La Tía Julia y El Escribidor

A parte de que el lector se interese o no en saber que esos datos son rigurosamente ciertos(pues resulta indiferente para disfrutar la historia),hay que destacar que en las líneas citadas(último post) hay tres elementos necesarios para la elaboración del documento biográfico: el envolvente mundo familiar al que pertenece la propia Julia("la tía Julia" es la fórmula que la identifica antes y después del matrimonio con el Vargas Llosa narrador); el gris mundo de la radio(que lo conecta con el personaje de Pedro Camacho, en la otra vertiente del libro) y el fascinante mundo de la literatura, que a su vez se conectará oscuramente con los dos primeros.De esas tres figuras-el pariente, el periodista radial y el escritor-que Vargas Llosa da de sí mismo, la que parece dominante desde el principio, es la primera, y sin duda el lector se precipitará sobre ella con avidez y curiosidad: su episodio central es la aventura matrimonial del autor y la tía Julia.Todo el sector autobiográfico del libro es francamente impúdico, como la mencionada ceremonia del strip-tease, pero ese episodio lo es en grado quiza escandaloso:la idea es poner el hecho más íntimo y decisivo en el plano privado, bajo la más implacable luz pública, revivirlo, examinarlo y observar las transformaciones que sufre al ser trasvasado en una estructura novelística

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domingo, octubre 02, 2011

La Tía Julia y El Escribidor

En ese tiempo remoto, yo era muy joven y vivía con mis abuelos en una quinta de paredes blancas de la calle Ocharán, en Miraflores.Estudiaba en San Marcos,Derecho,creo,resignado a ganarme más tarde la vida con una profesión liberal, aunque, en el fondo, me hubiera gustado más llegar a ser un escritor.Tenía un trabajo de título pomposo, sueldo modesto,apropiaciones ilícitas y horario elástico: Director de Informaciones de Radio Panamérica.

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La Tía Julia y El Escribidor




(...) Esta decisión de trabajar el relato más que con personajes, con personas tan reales y comprobables como el mismo y Julia, crea un tipo de persuasión que, más que a la novela, parece por momentos pertenecer cabalmente al género de la autobiografía, sentimos que hay un yo protagónico que no imagina, sino que recuerda.Por cierto, las cosas no son tan simples: al final, como veremos luego, la memoria que trata de evocar es inevitablemente una memoria que imagina; no un sujeto real que cuenta su vida o un fragmento de ella, sino un novelista inventando (también) su vida, un escritor escribiendo ficciones que toman la apariencia de una vida.El epígrafe que Vargas Llosa le ha puesto al libro pertenece a Salvador Elizondo y alude irónicamente a ese proceso, a esa perversión de la escritura, que es uno de los grandes temas de la novela:"Escribo.Escribo que escribo.Mentalmente me veo escribir que escribo y también puedo verme ver que escribo.Me recuerdo escribiendo ya y también viéndome que escribía", etc.Pero no cabe duda de que, en principio, lo que trató de hacer Vargas Llosa es recuperar un trozo de su pasado y serle estrictamente fiel,inclusive en detalles nimios.Esa voluntad ansiosa de lograr no solo verosimilitud,sino veracidad y exactitud objetiva, aparece desde el mismo comienzo de la novela:

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