sábado, septiembre 13, 2008

De vuelta

En Madrid, sopla viento norte y el cielo grisea, pronto habrá que ponerse ropa de abrigo, aunque a finales de septiembre está eso que llaman el veranillo de San Miguel. Abro la correspondencia y encuentro cartas de alumnas, que imagino insoladas. Sobres dentro de sobres y notas que confiesan: los cuentos son malísimos, pero bueno ten paciencia. En fin, el recuerdo de la novela de Junot Díaz y de los parajes donde la leí me tranquilizan. Además, Juan Goytisolo afirma: "la literatura es el dominio de lo raro".

La ciudad sigue en su sitio, pero una palabra se repite sin cesar: crisis en la pelu, crisis en el bar, crisis en el lavoro, crisis, crisis, crisis, cri, cri, cri. Ay, me parece un concierto de grillos. Me compro el libro del Monstruo del Sentier- dicen que paradigma de la novela del tercer milenio-y medito durante dos días, o tres, o cuatro, sobre la frase Karl Kraus del inicio:

Que mi estilo se adueñe de los rumores del tiempo

Que mi estilo se adueñe de los rumores del tiempo
Que mi estilo se adueñe de los rumores del tiempo
Que mi estilo se adueñe de los rumores del tiempo

La escribo un millón de veces.

Este año trabajaremos en el taller, por lo menos, dos novelas de Juan Goytisolo, para que descansen las alumnas de tanta Santa Rusia. La guerra de Georgia fue correlato objetivo del curso literatura rusa, por si se querían olvidar de El Gran Inquisidor. Bueno, pronto les comunicaré dónde estará la nueva sede- ja, ja, ja- de El Mono Rojo.

Que mi estilo se adueñe de los rumores del tiempo
Que mi estilo se adueñe de los rumores del tiempo
Que mi estilo se adueñe de los rumores del tiempo

Eh, si estais ahí, no dejéis el blog en silencio, vagas

Etiquetas: