domingo, agosto 20, 2006

Almas grises (II)

Exacto, Palimpsestos.

Tengo la edición de Salamandra. Tiene 221 páginas y cinco líneas más.En la página 218 llega la revelación. El narrador ha necesitado 218 páginas para ser capaz de contar realmente el motivo que le ha llevado a escribir su relato. Han sido 221 páginas de "muertes", de sentir la presencia de "almas grises", de escuchar a un único narrador (salvo las cartas de Lysia Verhareine) que nos ha contado una historia cuya finalidad es la de "le ha tenido atormentado toda su vida.

Yo creo que su vida es atormentada no por el crimen que ha investigado durante todos esos años y cuyo fdesenlace sinceramente no tengo muy claro que le importe. Su vida es un infierno por el asesinato que él ha cometido. Triste vida la de este hombre, falsa vida. Veinte años haciendo acopio de valor para contar, no la solución de áquel crimen, sino contar el secreto de su vida. Infeliz, infeliz si piensa que una vez contado "Decir lo que me roe el corazón desde hace veinte años". "Si me preguntaran cómo conozco todos los hechos que voy a contar, respondería que los conozco, y basta". Cínico, claro que conoces los hechos. Tus manos son las protagonistas. Nos cuenta y nos habla de guerras, de cadaveres en el rio, de torturas, de injusticias, de La Guerra para irnos preparando, incluso diría que colocar "El horror" del final después de un galería de horrores y bueno, pues "un horror más en áquellos horribles tiempos". Creo que pretende que seamos indolentes con él. El sabe desde el principio lo que quiere contar al final y encierto modo nos quiere manipular. El protagonista (narrador) finaliza su relato engrasando un arma y diciendo:Ya puedo reunirme contigo.

¿Estará Clèmence dispuesta a pasar la eternidad con el asesino de su hijo?, me pregunté al final. Mi respuesta: NO.