domingo, marzo 15, 2009

EN EL CAMINO (con perdón)


Segunda etapa


Proseguimos hacia el norte, hasta la Selva Negra; allí fue el diluvio. Ciertamente, Jack, el camping en remojo es una experiencia poco estimulante que nunca te recomendaré. De nuestra estancia entre los alemanes tan sólo son dignos de recuerdo los decididos esfuerzos de Fernando por hacerse entender por aquellas bárbaras gentes. Convencido a macha martillo de que para que un extranjero te comprenda tan sólo hay que hablar lo suficientemente alto y lo suficientemente despacio -en tu idioma nativo, no en el suyo, por supuesto - había que verle pegando voces y gesticulando como un poseso en mitad del bar del camping. Por extraño que parezca sus éxitos fueron notables.

Tras tres días con sus noches viendo llover, Carlos, que es de Jaén, propuso -al estilo de Dean, ya sabes, Jack – un drástico cambio de planes que fue acogido con ruidosas manifestaciones de alegría por el resto de mis compañeros de viaje. Antes de que me fuera posible hacer uso de mi habitual, y a estas alturas bien ensayada, batería de previsibles inconvenientes, estábamos rumbo a Italia.

Entre el entusiasmo de Carlos, conductor habitual, y el mal recuerdo que nos habían dejado los suizos, nos plantamos en Italia esa misma noche; eran las doce cuando llegábamos a un puesto fronterizo en los Alpes. La cosa no empezó con buen pie porque en cuanto los carabineros echaron la vista encima a las botellas de coñac y ginebra que teníamos en el maletero las requisaron con explicaciones harto confusas. Pero fue ver la guitarra y nuestra suerte cambió. Total, que terminamos todos juntos comiendo espaguetis al “pomodoro” y bebiendo coñac Magno y ginebra Larios a las tres de la mañana mientras escuchábamos discos de Marifé de Triana. Ya sé que es duro de creer pero juro por lo más sagrado que uno de los “carabinieri” tenía una colección completa de sus discos allí, en el mismo puesto.

Me vas a perdonar, Jack, que lo de Marifé no te lo explique, pero es que me iba a resultar más difícil que lo de Curro Romero. Comprenderás que nosotros también teníamos derecho a una juerguecita y al fin y al cabo esto sería a lo largo del viaje lo único parecido a una de vuestras noches locas. Así que punto en boca.

(Fin de la segunda etapa)

Etiquetas:

2 Comments:

Blogger Efímera said...

Bueno, ha llegado el momento de emplear lenguaje expresivo, para que llegues a ser nuestro Kerouac del foro.No te doy más pistas, sólo espero que la tercera etapa esté a la altura.

9:55 a. m.  
Blogger peter pan said...

Mi buen amigo. Nada más cierto: hablar alto tu idioma en tierra de barbaras funciona de cine. Genial esta segunda parte.

10:42 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home