sábado, marzo 14, 2009

De la sordidez al lirismo

La abundancia expresiva de Jack Kerouac en "On the the Road", hace de esta obra un mito.
"Tuve de pronto la visión de Dean, como un ángel ardiente tembloroso y terrible que palpitaba hacía mí a través de la carretera, acercándose como una nube, a enorme velocidad, persiguiéndome por la pradera como el Mensajero de la Muerte y echándose sobre mí. Vi su cara extendiéndose por las llanuras, un rostro que expresaba una determinación férrea, loca, y los ojos soltando chispas; vi sus alas; vi su destartalado coche soltando chispas y llamas por todas partes; vi el sendero abrasado que dejaba a su paso; hasta lo vi abriéndose paso a través de los sembrados, las ciudades, derribando puentes, secando ríos. Era como la ira dirigiéndose al Oeste. Comprendí que Dean había enloquecido una vez más. No existía la más mínima posibilidad de que enviara dinero a ninguna de sus dos mujeres pues para comprar el coche tenía que haber sacado todos los ahorros que tenía en el banco.
Era el cataclismo. A su espalda humeaban achicharradas las ruinas. Corría de nuevo hacia el Oeste atravesando el agitado y terrible continente, y llegaría enseguida".
Aviso a novicios:
Narrar la mugre, el sexo, el alcohol y las drogas con lenguaje explícito no es suficiente para ser un buen escritor. El verdadero escritor maneja el lenguaje como Keroauc, quien hace que el narrador Sal lo utilice de forma expresiva. A Salvatore le pesa la culpabilidad de no haber sido un buen amigo y al final de su realto convierte a Dean, el pobre aparca paleto, borrachuzo y drogata, en el Mensajero de la Muerte.

Etiquetas:

2 Comments:

Blogger Hispaniola said...

Acabo de caer en algo acerca del nombre de los protagonistas de EN EL CAMINO que someto a la consideración de los doctos blogueros/as. Moriarty es el apellido de uno de los villanos más conocidos de la historia de la literatura. El profesor Moriarty es la criatura a la que Conan Doyle confió la misión de eliminar a Sherlock Holmes con el fin de librarse de la obligación de proseguir sine die sus aventuras. Ambos perecen,aparentemente,en una épica pelea al pie de las cataratas Reichenbach en el relato "El problema final". El profesor Moriarty,epítome del mal,fue el único adversario a la altura del genial sabueso de Baker Street, que llegó a llamarle "el Napoleón del crimen".
Por el contrario,el antagonista de Dean se llama Salvatore Paradise.
Resulta poco verosímil un Kerouac admirador de Sherlock Holmes, pero...
En todo caso parece evidente que el nombre de Sal no es casual.

11:39 a. m.  
Blogger Efímera said...

Existen otras menciones a personajes de la literatura universal; así pues tu idea no es descabellada.

10:04 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home