martes, febrero 21, 2012

La Tía Julia y El Escribidor

El proceso de su locura está fiel y progresivamente registrado en las nueve historias imaginarias, especialmente en las cuatro últimas.En el Capítulo XI un directivo de la radio comenta con el narrador que Camacho está empezando" a pasar personajes de un radioteatro a otro y a cambiarles los nombres, para confundir a los oyentes...el cura de Mendocita se llama como el Testigo de Jehová y éste como el cura"(p.242).En la hitoria del Capítulo XII vemos directamente lo que está ocurriendo: en el curso de un mismo relato, Ezequiel Delfín, agente viajero, se mertafosea absurdamente en Lucho Abril Marrouín, propagandista médico y héroe de la historia del Capítulo X. Ya en el Capítulo XIV, las confusiones son frenéticas e imperdonables:el cura Seferino Huanca Leyva no tiene ninguna relación con Sarita Huanca(Cap.VI), el médico Alberto de Quinteros(Cap.II) se ha convertido en el Reverendo Padre Quinteros(p.297) y el patriarca provinciano Sebastián Bergua(Cap.XII) es ahora pastor evangelista.Después abundan los personajes que, como el teniente Jaime Concha, se ahoga en un radioteatro después que "se había muerto en el incendio del Callao, hace tres días"(p.329).Los capítulos XIV y XVIII son pruebas patéticas del caos mental en el que ha caído Camacho: no hay sino disparates, atropellos a la lógica, confusiones ridículas a veces en la misma página, como el notable pasaje en el que la tragedia que comienza en un estadio termina en una plaza de toros(pp.354-355):Camacho tras conocer la efímera gloria va a pasar a n manicomio y termina tristísimamente su carrera profesional como "datero" policial de una publicación amarillenta; la prueba dolorosa de que él no es en realidad un periodista sino casi un "escritor", la da el comentario brutal de su jefe:"no sabe escribir...Es un huachafo, usa palabras que nadie entiende, la negación del periodismo"(p.446).Las líneas de la caricatura no pueden ser más amargas.




La imagen de Camacho se opone a y contrasta con otra:la que Vargas Llosa ofrece de sí mismo como escritor adolescente.Uno de los subtemas acompañantes de las historias de Julia es el del narrador novel que pugna por escribir y publicar algunos cuentos...

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