EXPIACIÓN (II)
MOTIVOS.- Como más relevantes podemos señalar:
- El clasismo y las desigualdades sociales. Está presente siempre en la relación entre Robbie y la familia Tallis, muy especialmente cuando se produce la acusación de Briony y Robbie es abandonado por todos salvo por su madre y Cecilia.
- La desatención de los padres hacia los hijos. Es evidente tanto en los Tallis, con Emily, enferma permanente, y Jack, siempre ocupado con su trabajo y sus devaneos extraconyugales, como en los Quincey, que abandonan a sus tres hijos en casa de la familia con motivo de su divorcio.
- Los excesos de la imaginación infantil, que espoleados por el deseo de protagonismo y un afán diletante, llevan a Briony a formular su falsa denuncia.
- La barbarie y sinrazón de la guerra.
- El amor. Es lo que mantiene unidos y firmes a Robbie y Cecilia contra todos y frente a la injusticia sufrida. Briony, que les admira por ello, tratará de enaltecerlo en su novela proclamando el triunfo del amor pese a las dudas que arroja sobre el auténtico final de los amantes.
- Las responsabilidades no asumidas. Prácticamente todos los personajes, salvo Cecilia y Robbie, se desentienden en algún momento de las obligaciones que les corresponden, algunos de manera gravísima en cuanto que las consecuencias de tal conducta son de forma notoria, directa e injusta muy lesivas para terceros.
- El perdón. Briony no se atreve a esperarlo y por ello no lo obtendrá, ni de sus víctimas ni de ella misma. La consecuencia es que vivirá aplastada por el peso de su culpa.
- La culpa y la expiación. Presidirán la vida de Briony: el trabajo como enfermera (a imitación de su hermana), las disculpas a Robbie y Cecilia, la confesión ante la familia, y sobre todo la dedicación de su vida a la novela con la que pretende dar público conocimiento de los hechos y limpiar el buen nombre de Robbie. Por el contrario, Lola y Marshall nunca darán ese paso; preferirán cargar hasta el final de sus días con la culpa de haber construido su vida juntos sobre una mentira y la ruina de otro hombre.
- La cobardía.- La de la propia Briony, al no reconocer de forma pública que se había equivocado sin importarle las consecuencias de cualquier tipo que pudieran derivarse de ello; cobardía es en definitiva escudarse al final de su vida en supuestos impedimentos de tipo jurídico. Y por supuesto, la de Lola y Paul Marshall, que, aprovechando la estúpida e imprevisible colaboración de Briony, con su silencio harán recaer sobre Robbie la condena por una violación consentida por Lola tras un primer intento por parte de Marshall.
- El machismo.- La mujer es relegada a un segundo plano frente al hombre, incluso en el mundo académico. Tanto Cecilia como Briony se opondrán a esta tendencia social dominante, tratando de conquistar su independencia. Lola, por el contrario, se somete a ella de buen grado llegando a encubrir a su agresor para terminar casándose con él.
- El poder absoluto del novelista sobre sus criaturas, que le coloca más allá de la expiación. Dios no puede ser perdonado y el escritor es Dios en relación con su obra. Por ello, Briony no alcanzará la expiación con su novela, pero lo habrá intentado.
SÍMBOLOS.-
- La mansión, como símbolo de estatus.
- Los uniformes (soldados, enfermeras), como símbolo de pérdida de individualidad y humanidad.
- El matrimonio, como símbolo de sometimiento por la mujer.
- La pérdida de memoria, como símbolo de culpa y arrepentimiento.
- La guerra como origen y consecuencia de la culpa universal.
- El clasismo y las desigualdades sociales. Está presente siempre en la relación entre Robbie y la familia Tallis, muy especialmente cuando se produce la acusación de Briony y Robbie es abandonado por todos salvo por su madre y Cecilia.
- La desatención de los padres hacia los hijos. Es evidente tanto en los Tallis, con Emily, enferma permanente, y Jack, siempre ocupado con su trabajo y sus devaneos extraconyugales, como en los Quincey, que abandonan a sus tres hijos en casa de la familia con motivo de su divorcio.
- Los excesos de la imaginación infantil, que espoleados por el deseo de protagonismo y un afán diletante, llevan a Briony a formular su falsa denuncia.
- La barbarie y sinrazón de la guerra.
- El amor. Es lo que mantiene unidos y firmes a Robbie y Cecilia contra todos y frente a la injusticia sufrida. Briony, que les admira por ello, tratará de enaltecerlo en su novela proclamando el triunfo del amor pese a las dudas que arroja sobre el auténtico final de los amantes.
- Las responsabilidades no asumidas. Prácticamente todos los personajes, salvo Cecilia y Robbie, se desentienden en algún momento de las obligaciones que les corresponden, algunos de manera gravísima en cuanto que las consecuencias de tal conducta son de forma notoria, directa e injusta muy lesivas para terceros.
- El perdón. Briony no se atreve a esperarlo y por ello no lo obtendrá, ni de sus víctimas ni de ella misma. La consecuencia es que vivirá aplastada por el peso de su culpa.
- La culpa y la expiación. Presidirán la vida de Briony: el trabajo como enfermera (a imitación de su hermana), las disculpas a Robbie y Cecilia, la confesión ante la familia, y sobre todo la dedicación de su vida a la novela con la que pretende dar público conocimiento de los hechos y limpiar el buen nombre de Robbie. Por el contrario, Lola y Marshall nunca darán ese paso; preferirán cargar hasta el final de sus días con la culpa de haber construido su vida juntos sobre una mentira y la ruina de otro hombre.
- La cobardía.- La de la propia Briony, al no reconocer de forma pública que se había equivocado sin importarle las consecuencias de cualquier tipo que pudieran derivarse de ello; cobardía es en definitiva escudarse al final de su vida en supuestos impedimentos de tipo jurídico. Y por supuesto, la de Lola y Paul Marshall, que, aprovechando la estúpida e imprevisible colaboración de Briony, con su silencio harán recaer sobre Robbie la condena por una violación consentida por Lola tras un primer intento por parte de Marshall.
- El machismo.- La mujer es relegada a un segundo plano frente al hombre, incluso en el mundo académico. Tanto Cecilia como Briony se opondrán a esta tendencia social dominante, tratando de conquistar su independencia. Lola, por el contrario, se somete a ella de buen grado llegando a encubrir a su agresor para terminar casándose con él.
- El poder absoluto del novelista sobre sus criaturas, que le coloca más allá de la expiación. Dios no puede ser perdonado y el escritor es Dios en relación con su obra. Por ello, Briony no alcanzará la expiación con su novela, pero lo habrá intentado.
SÍMBOLOS.-
- La mansión, como símbolo de estatus.
- Los uniformes (soldados, enfermeras), como símbolo de pérdida de individualidad y humanidad.
- El matrimonio, como símbolo de sometimiento por la mujer.
- La pérdida de memoria, como símbolo de culpa y arrepentimiento.
- La guerra como origen y consecuencia de la culpa universal.
2 Comments:
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Hispaniola, yo había escrito que sería interesante que hicieras un análisis de la estructra.Análisis sesudo, pues como tú bien has apuntado el tema de la novela es la metaficción, el novelista es un deicida (Vargas Llosa dixit) y la narradora desea ocupar el papel de Dios.Sería bonito que tu análisis se sustentara con algunos párrafo de la novela, por no olvidar los básicos.
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