jueves, abril 27, 2006

EL POEMA NUMERO SETENTA Y SIETE DE TRILCE

UNA EVOCACIÓN

Quiero escribir acerca de ti. La tormenta se aproxima a mis ojos, con lentitud; sobre los áticos destartalados, con sus tenderetes de ropas henchidas de desierto. Un pequeño cuento que poder regalarte. Empezaría con una ausencia, la de un pasajero que está ya muy lejos; bajo la lluvia opaca de cualquier estación, dulce, silenciosa.
Vertiéndose sobre palabras que no florecen. Que se resisten a morir en la tierra.
Hay tantas voces ahí, colándose por mi ventana. Niños que nadan en los charcos. Viejos atrapados bajo las marquesinas. Tantas mujeres detrás de tantos cristales. Sus caras desdibujadas por el reguero del agua. Hombres sin cabeza, tapando el rostro del granizo que cae...Pero puedo escribir acerca de donde quiero que estés. Estás sentado en la ribera de un río celeste, con una niña en los brazos. Bajas la mirada un instante. Para dormirla le susurras que la corriente se ha llevado muchas cosas. Perdidas, arrastradas al fondo del mar, encontrarán su hueco. Unas mezcladas con otras. Siempre, iguales. Que el mar es poderoso en secretos, que nunca se quedará vacío.