domingo, enero 29, 2006

Algunas de las famosas reglas del relato criminal, según S.S. Van Dine

"Un año más tarde aparece aparece Philo Vance. Su autor, S.S. Van Dine, seudónimo del crítico de arte Williar Hutington Wright(1888-1939), lo ideo como un verdadero superhombre: casi metro ochenta de estatura, extraordinario deportista, aristócrata inmensamente rico, elegante,y una verdadera enciclopedia de conocimiento. Este pedante esteta que vive en las dos últimas plantas de un edificio de Nueva York, elabora sus teorías con manifiesto desprecio de la pruebas materiales, que sólo sirven para confirmar sus conclusiones. Al disociar el problema de la realidad, el relato entendido como un rompecabezas llega a su máxima expresión."

Van Dine también es conocido por sus veinte reglas del relato criminal. Este domingo frío y agrisado podemos meditar sobre alguna de ellas; a saber:


1. El lector y el detective deben tener las mismas responsabilidades de resolver el enigma.

2. La verdadera novela policíaca debe estar exenta de toda intriga amorosa.

3. El culpable no debe ser jamás ni el detective ni un miembro cualquiera de la policía.

4. El culpable debe ser descubierto por medio de deducciones, no por accidente, por azar ni por confesión espontánea.

5. No puede existir una novela policíaca sin cadáver.

6. El problema policial debe ser resuelto con ayuda de medios estrictamente realistas.

7. El culpable debe ser siempre una persona que haya desempeñado un papel más o menos importante en la historia, es decir, alguien a quien el lector conozca y le interese.

8. No debe haber más de un culpable independientemente del número de asesinatos cometidos.

9. La manera en la que se cometió el crimen y los medios que han de llevar al descubrimiento del culpable tienen que ser racionales y científicos.

10. La palabra clave del enigma debe ser evidente a lo largo de la novela, a condición, claro está, de que el lector sea lo suficientemente perspicaz para captarla.

11. El autor debe abstenerse de escoger al culpable entre los profesionales del crimen.

12. Lo que se presenta como un crimen no puede acabar como un accidente o un suicidio.

13. El motivo del crimen debe ser estrictamente personal.
Mañana, en El Mono Rojo, A sangre fría, de Truman Capote.