miércoles, octubre 01, 2014

Adivina adivinanza, ¿quién es el niño sentado en la yerba?

(...)
Wolsey murió en la Abadia de Leicester
donde los abades le enterraron.
Cancro es una enfermedad de planta;
(...)
¡Qué bien se estaria echado sobre la esterilla delante del fuego, con la cabeza apoyada entre las manos y pensando estas frases! Le corrió un escalofrío como si hubiera sentido junto a la piel un agua fría y viscosa. Había sido una villanía de Wells  el empujarle dentro de la fosa y todo porque no le había querido cambiar su cajita de rapé por la castaña  de él, de  Wells, por aquella castaña vencedora en cuarenta combates. ¡Qué fría y qué pegajosa estaba el agua! Un chico había visto una vez saltar una rata al foso. Madre estaba sentada con Dante al fuego esperando que Brigida entrase el té. Tenía los pies en el cerco de la chimenea y sus zapatillas adornadas estaban calientes¡ y ¡tenian un olor tan agradable! Dante sabía un montón de cosas. Le había enseñado donde estaba el canal de Mozanbique y cuál era el rio más larga de América, y el nombre de la montaña más alta de la Luna. El padre Arnall sabía más que Dante porque era sacerdote, pero tanto su padre como tio Charles decían que Dante era una mujer lista y muy instruida. Y cuando Dante después de comer hacia aquel ruido  y se llevaba la mano a la boca, eso se llamaba acedía (,,,)