domingo, septiembre 21, 2014



CARTA ABIERTA

DELIBES: "Me percaté entonces, de que la alegría es un estado del alma y no de la cualidad de las cosas que, estas, en si mismas, no son ni alegres ni tristes, sino que se limitan a reflejar el tono con que nosotros las envolvemos"

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La realidad que vemos, es nuestra personal forma de percibirla; a veces, "en situaciones difíciles". En ello, radica la grandeza de la diversidad de opiniones; en nuestro caso, en relación con la anterior carta abierta, siempre que se haga desde el respeto, aunque no se comparta su contenido.

Se aclara que:

No hay misterio en la narración, ni lo habrá. Mi castellano no lo permite, me exige claridad.
No existen dos amigos y el narrador.
Existen "dos" amigos, solo dos. Uno de ellos es el narrador que trata, con plena consciencia y sabiendo lo que hace, resolver la situación. Para ello le dice a su amigo, que quizás no pudo entenderle o justificarle a él (el narrador), en el momento de sus desavenencias porque desconocía las razones y circunstancias personales que podían  hacerlo. "Y sin negar la falta" de sí mismo.(No del amigo) (Existe el perdón )
No existe envidia, ni tristeza. El halago, es verdadero, porque es cierto. Sencillamente. Sin "envolturas"
No hay edad ni tiempo en la narración. No se plantea. Es atemporal, aunque ocurre a diario.

El correlato objetivo tiene la dificultad para el lector de tener que escuchar con demasiada atención, lo que hay mas allá de las palabras; y para el escritor tratar de conseguirlo, Dos tareas, a veces, difíciles de conseguir. Siento que en esta pequeña dialéctica haya salido, con un cierto protagonismo, el" rencor" por falta de perdón. Más de veinte años de Yoga, me impiden narrar desde esa perspectiva.

En narraciones tan elementales desde un punto de vista literario, no caben manejos psicológicos o derivas filosóficas que lo único que hacen, es convertir la realidad en una ficción. En esta no hay que buscar, ¡Por qué no hay!

He aprendido cosas nuevas y confirmado las que ya sabía.

De los tres comentarios comparto uno: El corto y conciso, por ser el más acertado.



1 Comments:

Blogger Efímera said...

Mi querido Ulises 1, un texto es llamado a muchas interpretaciones y si es escueto a más. Como he demostrado, terceros ajenos a una historia pueden hacer interpretaciones erróneas.
La verdad de las mentiras
En este blog, que todo es ficción, y digo todo, pues las realidades se tornan en ficciones cuando se atraviesa el espejo, no conviene tomarse las frases muy en serio y de ser así yo aconsejaría aplicar el balsamo de la buena fe.

Se me olvidaba, el escritor nunca es el narrador aunque él crea que sí. Un misterio.

11:06 p. m.  

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