domingo, febrero 06, 2011

PERO, POR OTRA PARTE, ¿QUIÉN NECESITA DOS OJOS?

Merodea el prudente caballero, nuestro enlutado paladín, alrededor de la cueva del monstruo, que, apostado en el más intrincado rincón de la caverna, otorga cartas de naturaleza de patriota. Por allí desfila todo Dublín, dispuesto a rendir tributo a su Señoría.

El hijo de Dan, el traidor, ha consumado su fechoría, no sin la necesaria ayuda, mientras el prudente Leo, empeñado en sus obras de misericordia y comprometido en su particular Liga contra el Alcohol, de todo opina, a todos pretende hacer razonar. Mas sus “Lo que yo quiero decir….” y “Pero, por otra parte….” son vanos; el monstruo brama y brama sobre la Vieja Guardia y los muchachos del 67. Nada es bastante para la Causa, en tanto no afecte a la bolsa. Eso de tener un solo ojo no es tan mala cosa.

Los verdugos ofrecen sus servicios, los fantasmas pasean por las calles y el prudente caballero termina por perder la parsimonia que le ha encumbrado. Ahí es Troya. El mundo se le viene encima por extranjero, por masón, por judío, por tibio, por metomentodo, por abstemio, por cornudo, pero, sobre todo y ante todo, por roñoso.

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1 Comments:

Blogger Efímera said...

Hispaniola, con lo que aprecio a Poldy, Odiseo, Hamlet,o el fantasma del padre, u otros fantasmas,
además es muy generoso con Molly, Blazes y todo...

9:00 p. m.  

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