jueves, julio 11, 2013

Las calores

Había llegado a pensar que “verano en Dublín” era un oximoron.

Pero este año los vientos soplan por otras latitudes y el sol ha tomado la bahía.

Las dublinesas visten  escotes y tirantes  y por primera observo esas miradas en los oficinistas, Perplejas y furtivas acarician  tobillos y muñecas.

Y por primera vez veo a los niños en bañador suplicando un chapuzón más a sus madres.

Madres que se abanican con el Irish Times y susurran esto no hay quien lo aguante.

El calor y las calores.

Y por primera vez he visto a la gente arremolinarse en la heladería Teds.

Y por primera vez he oído a los taxistas con las ventanillas bajadas recriminar a los peatones tío a ver s miras el semáforo o ponerse a bailar en medio d Temple Bar

 Y por primera vez el césped amarillea, los árboles se mustian y mis amigas buscan el libro de instrucciones para encender el aire acondicionado.

Y por primera vez los alumnos han aplaudido cuando he terminado la clase y yo les he pedido que por favorcito  caminen por la sombra y beban mucha agua, pues sólo un alumno insolado es agradecido.




Mañana puede ser el día más caluroso en  doscientos años.

3 Comments:

Blogger Hispaniola said...

Este comentario ha sido eliminado por el autor.

1:03 p. m.  
Blogger Hispaniola said...

Bueno,eso está bien. A ver si esos bárbaros del norte espabilan y pierden ese color de pescadilla cocida.

1:04 p. m.  
Blogger Efímera said...

Nosotros les debemos parecer calamares en su tinta. Pero no sigamos que nos cae la maldición del escritor; a saber: si mencionas un animal en un cuento,lo terminas con tres, por lo menos. Recuerdo un alumno que terminó con un zoológico.
Las calores.

10:04 p. m.  

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