lunes, enero 14, 2013

La ciudad y los perros

La ciudad y los perros es, entre otras cosas, un examen crítico de la sociedad peruana de la época, un enardecido análisis de sus contradicciones y un testimonio de las perspectivas confusas que en ella padecen los individuos. En la visión de Vargas Llosa, esa sociedad es un vasto infierno colectivo porque también allí, a imagen y semejanza del Colegio, puede regir la ley de la selva que impone el Jaguar a su organización de terror: "En el colegio todos friegan a todos, el que se deja se arruina. No es mi culpa. Si a mi no me joden es porque soy más hombre. No es mi culpa" (p. 293). Los únicos valores que la novela deja intangibles son la supremacía y la imposición. Porque, como afirma Benedetti: "Padres, tutores, oficiales, todos parecen estar de acuerdo en que hacerlos hombres es a penas un eufemismo para designar la verdadera graduación, el formidable cometido de la Escuela: hacerlos crueles".