Madrid 2012
La niebla espesa y húmeda ha caído sobre Madrid hace tres noches. Los madrileños desde las cañas y las tapas la combaten a voces. Ya me he
habituado a los gritos y lejos de criticar considero que es una forma zen de
espantar a los miedos. Recuerdo que Chisi me contó que un monje japonés le
limpió la casa de espíritus molestos. El monje recorrió las habitaciones dando gritos y palmas y los espíritus
escondidos entre los libros huyeron por las ventanas. Los madrileños del no
pasarán y los de pasad que os estamos esperando gritan al unísono feliz 2013.
Chisi murió hace años pero su hija es una niña sabia que continua la tarea de
traducir que su mamá le enseñó. Chisi cuida de nosotros allí donde estés. FELIZ
2013.
La niebla no entiende de amistades, por eso se cernía sobre
nosotros anoche camino de la casa de Alfredo. Los amigos
tan añorados en Dublín se arremolinaban alrededor de la chimenea, qué frío, qué
niebla, qué alegría todos juntos de nuevo. Luego del champán el volumen subió
de Adaggio a Molto Allegro. Chistes y
risas se alternaban con nombres de ausentes y críticas aquellos que no nos
quisieron, pero al nombrarlos las malas obras se esfumaban como los espíritus
molestos de las librerías de la casa de Chisi. “Nadie es un fracaso si tiene
amigos”, le escribió el ángel a George Bailey, el protagonista de Capra. “Nadie
es un fracaso si tiene amigos”. Los exiliados sentimos a los amigos. FELIZ 2013
La niebla humedece las hojas de Las Aventuras de
Hukleberry Finn, arrugadas amarillean. La niebla humedece también el salto de cama.
Tiemblo como en Dublín. Pero es el último día y conduzco alocada hacía la
peluquería de Emilia Martín, ella en el desierto y yo con estos pelos. Las ondas
se deshacen con la humedad a pesar del chocolate y roscón de amigas en Mamá
Framboise. Fernando Sexto lleno de gente: de las merluzas y pescadillas a las
uvas. El sol empuja a la niebla. “Sí, un rayito, por favor” antes de entrar a Antonio
Machado. Dos libros: “La Guerra de Sucesión de España (1700-1714)”, de Joaquim
Albareda Salvadó y “Rictus. Barcelona 1714” , de Albert Sánchez Piñol. Sólo sé que no
sé nada. Me encuentro a Gáspar con Alicia, ambos en el país de las maravillas.
Sólo sé que quiero a mis amigos, presentes algumos y ausentes otros. Sólo sé que a pesar de mis puñetas quiero a los
madrileños y a su vocerío al que uno mis palabras: FELIZ 2013.
Etiquetas: Siempre borrador
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