viernes, marzo 23, 2012

Una ciudad, un libro

Como imagino que ya habréis terminado Los Viajes de Gulliver, de Jonathan Swift, os sugiero que comencéis Drácula, de Bram Stoker, o mejor, primero Carmilla, de J. Sheridan Le Fanu y luego el inefable conde. Aprovecho la ocasión para recordaros que los murciélagos no son aristócratas. Sin embargo, algunas falsas aristócratas van de vampiresas. Y las ranas se han despertado del letargo invernal.