sábado, abril 16, 2011

María Zambrano

Cartas al pintor Juan Soriano

16 de diciembre de 1976

(...)Porque todo ha de ser inteligible aunque no lo entendamos y más, mucho más todavía inteligible ha de ser lo que nunca entenderemos y que nos entenderá, que ya nos entiende y sustenta.Y en medio se abre, se nos abre la voracidad de las tinieblas y la ferocidad de la nombrada "naturaleza". Y los desiertos que hay que atravesar-¿o que nos atraviesan?- y la instantánea,imprevisible, impalpable presencia del Amigo desconocido,y la presencia y voz que llega del amigo a quien se puede llamar con su nombre.Sí, Juan: ¡Ay!¡Ay!¡Ay!Pero que felicdad.Así lo siento yo.


(...)No puedo escribir nada de lo que tengo que entregar por mucho que me lo proponga,mientras sale porque la gota de agua que viene de no sé dónde. No sé quién soy.Nunca lo supe y quizas sólo se sepa el día en que pueda volver la vista atrás,mas que Dios nos libre de hacerlo(...)

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