A PROPÓSITO DE "LA LLUVIA ANTES DE CAER"

Tras desear a nuestra fotógrafa que el desahogo haya traído la paz a su espíritu, diré lo siguiente:

1º. Nada de lo que se contiene en mi entrada anterior puede entenderse en detrimento de la fotografía, noble arte donde los haya, sino en defensa de la palabra, en este caso la palabra escrita, tan de capa caída en estos últimos tiempos, dominados hasta el hartazgo por lo audiovisual.

2º. Como apunta Peter, la novela está llena de paradojas:
- Llamar Imogen a una ciega.
- Grabar para una ciega unas cintas que finalmente serán oídas por personas videntes.
- Partir de la fotografía para revindicar la palabra escrita utilizando a la postre para ello unas grabaciones.

3º. Cada fotografía desencadena un capítulo, un pequeño, o gran, pasaje de la vida de los protagonistas, pero es la palabra la que permitirá que la autora despliegue ante el lector la historia que hay antes, dentro y después de cada una de las fotos.

4º. Hay aspectos más discutibles en la novela, como un cierto maniqueísmo que hace de los personajes menos queridos por la narradora auténticos pozos de maldad difíciles de creer. Pero en lo que se refiere a la tensión imagen-palabra, creo que está muy lograda, y eso es exactamente lo que me ha parecido reseñable.

5º. Peter, Peter, ¿qué habría sido de ti, por no hablar de mí, sin tantos y tantos narradores orales, y lectores, nocturnos?

6º. “Y entonces por fin se metieron todos en la cama para escuchar el cuento de Wendy, el que más les gustaba, el que Peter aborrecía."