domingo, mayo 18, 2008

Peter en las nubes

Los hermanos Karamazov – Dostoievski (II)


Avanzando en este inmenso bosque de interminables diálogos y escenas interminables los personajes se van perfilando poco a poco. El tronco del árbol, Fyodor Pavlovich Karamazov se va perfilando cada vez más nítidamente y la novela o bien su avance poco aporta a las primeras impresiones que del personaje se tienen desde el comienzo de la lectura del libro. Las relaciones con sus cuatro hijos (un nuevo personaje hijo natural ha entrado en liza, Smerdiakov) se solidifican, en el sentido de que dejan paso a la realidad.

Dimitri.

Aparentemente es el dinero el motivo del enfrentamiento con el mayor, Dimitri, si bien la disputa que ambos mantienen por el favor de una mujer toma cada vez más presencia en este duelo, que hace a Dimitri abandonar a la mujer que le quiere para, yo creo, con un cierto grado de ofuscación comenzar a entablar una lucha contra su padre, yo creo que no tanto por amor hacia l mujer objeto de dispuesta, como por ganas de aplastar a la figura del “padre” al que por cierto, odia. Su personaje se agranda y completa y en ocasiones, aún es pronto, adquiere un cierto cariz de “personaje romántico”, de personaje atormentado.

Aliosha.

Va saliendo de sus hábitos de monje y asiste, en principio, un tanto impávido a toda una serie de acontecimientos que de una manera yo creo que muy estudiada, tienen lugar en torno a su persona. Son acontecimientos en los que él está presente a modo de testigo y que le hacen poseedor de puntos de vista diferentes sobre situaciones a las que como testigo asiste. Ya nos anuncia por otra parte que “dejará los hábitos”, así se lo ordena su maestro y se lanzará a vivir “la vida en el mundo”. Acabo de empezar el libro Quinto y tengo la impresión de que es una parte crucial de la novela y del relato. No lo he terminado, pero en este capítulo un hermano que había estado callado habla.

Ivan.

Ivan habla y habla y obliga a Aliosha, en lo que llevo leído, a escuchar y opinar y decantarse, a través de un espeluznante guión, sobre cuestiones morales, de existencia de Dios, de la bondad del ser humano, de la bondad relato (curioso el método de novela o relato dentro de la novela) en el cual y desarrollándose en Sevilla un inquisidor vuelve a condenar a Jesucristo a la hoguera por haber resucitado a una niña muerta, aún a sabiendas de estar condenando al mismo Dios. Tengo la impresión, insisto, de que en este quinto libro acabaremos hablando del “nihilismo”. Ivan el menos público de los hermanos hasta este momento aparece de pronto y ocupa prácticamente un capítulo o libro entero. Al anunciar su marcha quizá nos esté anunciando algo más que eso.


En resumen y hasta la página 366 los personajes de los tres hermanos toman cuerpo y van perfilando cada vez más sus rasgos. Desgarrado el primero y mayor, demoníaco el segundo y aparentemente indefenso y blando (sólo aparentemente) el último. Son los tres legítimos. Interesante y mucho la aparición del más pequeño, el ilegítimo, personaje aún por perfilar más. Con trescientas y más páginas en teoría los personajes deberían de estar totalmente perfilados, pero en este tipo de novelas estoy empezando a comprender que eso es impensable. Valga el ejemplo del personaje de Ivan, hasta más de trescientas páginas ha permanecido casi mudo, levantándose de pronto en el relato de una forma bastante brutal.

A:Peter

De: Efímera

Vientos del Loira me susurran que estás harta de los Karámazov. No obstante, tovarich, las vacaciones de verano comienzan el 26 de junio.

1 Comments:

Blogger palimpsestos said...

Tovarich olvidas a Smerdiakiv, que no se en ruso, pero la onomatopeya en nuestro español, no presagia nada nuevo.

9:48 p. m.  

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