viernes, julio 29, 2011

Acaso una opinión

Atenuante: en esta ciudad, invadida de borjas, hace mucho calor.El parasol, la pamela, ya sabéis, el cerebro se calienta, pero la brisa me da fuerzas para decir:

agarraros

Adolf Eichman no era un loco, era un asesino.Limpio, buen vecino, pero un asesino.Anders Behring no es un loco. También límpisimo, clarísimo de piel, pobre Lacoste; en fin, Anders Behring es un asesino cuya frialdad le permitiría enviar a millones de árabes a la cámara de gas.A ver si nos va a pasar como con las mujeres bosnias.La islamofobía es muy peligrosa.

Trabajé algunos años en los países esccadinavos .Los colegas noruegos me trataron como a una igual, cuando todavía en España una becaria blonde debía ser secretaria o algo mejor, ja, ja.En fin, las digresiones.Sigamos.Noruega es una sociedad casi modélica, por eso no debe alegar la casi locura de Anders Behring para pasar página. Berlín era la capital intelectual en los años veinte.


Efímera, por favor, olvida la política y regresa a la novela de Sebastian Barry: "On Canaan´s Side".

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