martes, mayo 12, 2009

Hablando se entiende la gente.

Me he quedado atónito al buscar en el diccionario la palabra: "PALABRA", valga la redundancia.Para mí particularmente es el vehículo que utilizamos para comunicarnos con nuestros amigos, vecinos, alumnos, maestros, familiares, personas que te piden por favor las cosas, personas que te dan las gracias y uno responde con las palabras: No hay de qué ó tambien De nada. Pero con la gente que te trata mal se suele responder con PALABROTAS o PALABROS, ó quizás, mejor, si uno es prudente, "A PALABRAS NECIAS OIDOS SORDOS". Si hablamos con alguien muy culto o erudito en varias materias y nosotros no tenemos argumentos para la réplica, convendría no utilizar "PALABREJAS"
(palabras de escaso interés en el discurso), ni "PALABRERÍA" (abundancia de palabras vanas y ociosas) porque nos quedaríamos con EL CULO AL AIRE (perdonad, esta PALABRA es influenciada por nuestro querido y culto William S. Burroughs). De joven, yo tenía un amigo muy feo que la novia solo quería vivir con él sin casarse, pero él me decía yo me quiero casar formalmente porque aunque ella me diga Te quiero, si no lo firma en un papelito no me convence, ya que las PALABRAS SE LAS LLEVA EL VIENTO, ¿entiendes? El pobre era tan desconfiado y ella tan guapa...Queridos mayores y niños, teneis que mimar las palabras, primero en vuestra mente y luego sobre el folio en blanco. Nosotros, los escritores en ciernes, tenemos mucha suerte, esculpimos las PALABRAS sobre el folio en blanco y eso es maravilloso. Niños, habreis visto bien la "l" ele, de esculpir, nada de escupir. Fijaos si hay que tener cuidado con las PALABRAS son muy importantes en el lenguaje cotidiano. Otro día os contaré muchas más cosas de las palabras, pues hoy no quiero hacerme pesado. Voy a CEDER LA PALABRA a otro que probablemente lo hará mejor que yo. Para que me creais hoy os diría que antiguamente, basándose en la Biblia, en el Génesis, se podría decir: PALABRA DE DIOS,cómo no, PALABRA DE HONOR, y los niños de mi época, sí, sí, que yo también he sido pequeño, decíamos a veces PALABRITA DEL NIÑO JESÚS, pero eso es otra historia.
TORNASOL

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