domingo, enero 05, 2014

Dos mil catorce o 2014


Un viento huracanado quebró los árboles del paseo y los caballos del tío vivo yacían en el suelo desconsolados. Los paraguas se quebraban como en los dublineses días de galerna. Sí, aquellos días que retábamos al ominoso ponto en Sandycove. De nuevo la lluvia se lanzaba feroz contra las cristaleras del estudio, donde yo intentaba escribir algo sin mucho éxito, gracias a unas grageas de valeriana que me habían dejado como a Mohamed Alí. 

"Los mecanismos complejos son de efecto retardado", me decía el loco Zabala. El loco Zabala la tiene pequeña, escupía su novia, y yo ponía cara de vaca mirando al tren. La urología para el hopital, por favor,  pensaba yo mientras le daba vueltas a las complejidades. "Efecto retardado" es lo lo que yo he tenido estos primeros días del catorce. No siempre se muere una amiga del alma. Y algo se muere en el alma cuando un amiga se va. Algo, no, yo tengo un agujero como si me hubiera hecho el harakiri de Mishima: *Ç+¨**>><<***... F..., f..., f...,

Combato el "efecto retardado" con subtitutos: La Adoración de Giotto; los nocturnos de Chopin, interpretados por el viejo Artur Rubinstein, que compré en Berlín con G. ; Yeats;  la lectura del email de Muriel, a quien camino de Tipperary el viento zarandeó hasta obligarla a parar el coche. Escribo "con mis mejores deseos" en las respuestas que adeudaba. G me ha preparado chocolate caliente y ha ido a la Calle del Pozo a comprar un Roscón de Reyes. Acaso, la sorpresa te calme los ataques de ira. Ira, es el síntoma brutal del "efecto retardado". Una ira cósmica.

¿ Cómo se cura la ira? Ira, pasión del alma que causa indignación y enojo ...


El Farallón de la pintora Amaya Bozal también me tranquiliza, e imagino a mi amiga MJ en el vórtex del blanco sacro que Amaya capturó hace años. Gracias Amaya, God bless you.



Y voy abandonar las quejas, pues de seguir así  Baltasar va a dejarme una pila de carbón. 
Cuidaros mucho y no olvidéis escribir la carta.