A MERCED DE EOLO
Dura lucha por la vida la del agente de publicidad. Como un jabato pelea por hacerse con su anuncio, heraldo del progreso. Se bate el cobre con toda estirpe de reptiles, pero las llaves del reino se le resisten.
Nada importa si tiene que subir o bajar, ir o venir, reír o llorar. Eolo, padre caprichoso, le trae y le lleva, le arrastra de un lado a otro y con etérea dureza le vapulea con saña.
Tirios y troyanos reclaman para sí el derecho a ignorarle, a desairarle, a humillarle, a ofenderle. Él todo lo soporta, todo lo acepta, todo lo sobrelleva, pues solo Eolo no quiebra a quienes se inclinan ante su empuje y doblan la cerviz ante él.
Apéndice: figuras literarias del episodio 7
Prosopopeya: “les daba la salida aullando”, “torpes botas”, “pilotado por un paraguas”, “la puerta…susurró”, “obedientes bobinas”, “los latidos de las maquinarias”, “esa puerta…pidiendo que la cierren”.
Onomatopeya: “campaneantes, tintineantes”, “rodando barriles de sordo retumbo”, “Chasca. Chasca”.
Metáfora: “correo del rey”, “callejón de rotativas”, “latidos de la maquinaria”, “arroyo que avanza charloteando”, “media luna de galleta”, “dentados picos”.
Asíndeton: “sacas de cartas, postales, avisos, paquetes certificados…”, “rodillas, piernas, botas”, “avisos de fallecimiento, anuncios de tabernas, discursos, pleitos de divorcio, encontrados ahogados”.
Geminación: “gordo, cuello, gordo, cuello”, “retumbando, retumbando”, “Chasca. Chasca”.
Quiasmo: “Carreteros de torpes botas sacaban…”.
Paranomasia: “Llavees y llaves”.
Sinécdoque: “preguntó agriamente a esa cara”.
Paradoja: “ardores de estómago en el culo”.
Etiquetas: Desde Dublín
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