miércoles, abril 29, 2015

Aquel Dublín de las retóricas

Parece que Poldy es el único que trabaja en la metrópoli hiberniana. El otro día un columnista poco generoso con el premio nobel fallecido, se atrevía a decir que "nuestro" Poldy era hombre de silencios. En Duke me enseñaron muchas reglas, pero la que no se me ha olvidado, la regla angular, es decir tres cosas buenas de los vivos y los muertos antes de hacer una crítica. En fin, que ya empezamos con la digresión y eso que no me he atrevido a desobedecer a Eolo. Hasta los escritores encantadores parecen envidiosos si no lo hacen. Tres, tres, tres, mi admirado.
El viento norte asusta a las palomas y olmo llora.
En el Sabath no se trabaja, pero estamos a jueves y esa clase se arremolina alrededor de la columna de Nelson, "En el corazón de la metrópoli hiberniana".La columna que voló el IRA en los sesenta, un trabajo impecable, decía mi querida amiga May Moroony. Stephen y Poldy trabajan, también las meretrices y las camareras, debemos respirar profundo para ganarnos la vida. Limpiabotas y Edward Rex.
 Exordium magnífico que me lleva a Blackrock a Sandymount Green. Son tantos los recuerdos.
Macintosh, has anybody seen Kelly, sí Macintosh, es él. ¿Quién habla?
Ibsen fue el primero, los iguales se reconocen. Y Joyce aprendió noruego y danés.

Limpiabotas, Edward Rex, carreteros, cerveza y Poldy preocupado por su cliente Alexander Keyes. No puedo escribir Llavees. Poldy trabaja deprisa, queda mucho día para meditar y los placeres eróticos.Freeman´s Journal y "esos señores de prensa", Red Murry, el tío de Joyce y de Stephen...