martes, noviembre 16, 2010

The day after



Espejito, espejito, ¿quién es la mona que mejor escribe del reino?
Tú no, mona
Me han sacado gorda y con botijos
¿quién?
el enano onanista
¿Arrabal?
No ,por favor, pobre Fernnado
Y ahora a lo Joyce:
Vaya golpe en el morro y apartir de ese momento en que se ha comenzado a escribir, se establece entre la Escritura y el Yo ideal ( el Yo imaginario) una mecánica de reactivación, de recuperación, de sobrepuja que obliga a esccribir siempre, siempre más lejos, siempre hacia delante, y vuelve difícil-salvo grave mutación psicológica-la mía por ejemplo-cesar la escritura, ya sea por naufragio, ya sea por conversión al Wu-wei. La sobrepuja la describia mi madre, que era mona, no, monísima, así,
1) Ámeme, pues valgo más de lo que parezco: vea lo que escribo
2) Ámeme , porque valgo más de lo que escribo: vea mi nueva obra, la obra por hacer¡uh!,¡uh!
¡Ay!, Ideal del Yo y Yo Ideal tienen entre sí un rol recíproco de regulación: cuando el YoIdeal, quiere en su movimiento de amor, decir Todo, expresar Todo, y se encuentra bloqueado por amontonamiento (es una causa importante de afasia de escritura), el Ideal del Yo va demasiado lejos y le deja, al sujeto que escribe, el sentimiento de que podría decir más, mejor de sí mismo, el Yo ideal reactiva, reanima. Así avanza la escritura...
¿ Han, tienes un plátano?
Se lo ha comido Roland en la nave
¿Tú con cuál Yo escribes?
Siempre con el Ideal
Para quienes prefieran las chicas de Juan Mal-herido

Etiquetas: